Cifras que atronan nuestra sensibilidad...

Qué ha sido de las razones sirvieron para solicitar una suspensión cautelar al tribunal constitucional, cuando se recurrió la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo…

          El martes 1 de Junio del 2010 el Partido Popular se decidió a presentar el recurso de inconstitucionalidad contra la Ley de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo (del Aborto, vamos).

          Se pedía, además, al Alto Tribunal la suspensión cautelar de la norma  argumentando que, ...

de ser finalmente declarada incostitucional, su entrada en vigor prevista para el 4 de julio devendría en "perjuicios irreparables evidentes al tratarse de vidas humanas cuya eliminación sería irremediable" y porque los 'populares' consideran que la norma no goza de la "presunción de constitucionalidad" al situarse abiertamente en contra de "la doctrina ya sentada" por el Tribunal Constitucional.

          Finalmente la ley entró en vigor el fatídico día 4 de Julio de 2010, desde entonces y hasta el 20 de diciembre de 2011, en el que inicia su mandato como presidente de Gobierno Don Mariano Rajoy, habían pasado 504 días en los que la negativa del tribunal constitucional a la suspensión cautelar que le pedía el PP condujo a finiquitar la vida de 172.915 infantes a razón de 343 vidas segadas por día.

          Hasta aquí, en la conciencia “moral” ó cívica de los magistrados el coste, en “términos de muertes”, que acumule tan irracional demora en tomar una decisión que a algunos nos parece meridiana.

          Pero lo que nos preguntamos ahora es... ¿qué ha sido de aquellas razones que sirvieron para solicitar la suspensión cautelar al tribunal constitucional?  ¿Por que, al asumir el poder, no han servido para producir al menos una congelación de la ley (otros las derogaban, directamente, sin cortarse un pelo) mientras se piensan la reforma prometida?

          Algunos, tras una valoración inicial de que la música parecía sonar bien, nos estamos barruntando que tanta demora puede deberse a lo difícil que está resultando escribir una letra con la que se pueda montar un falso consenso (la realidad no admite consensos “siempre es la que es”) que apacigüe a unos y otros.

          Mientras, a día de hoy, 25 de enero 2013, tras 421 días de mayoría absoluta, podemos haber acumulado unos 144.403 más, y subiendo. Pero quiero recordar al lector que hablamos de  inocentes a los que no se dejó seguir viviendo y no de meras y frías cifras anónimas.

          Dicen que determinadas imágenes de los efectos del aborto sobre los niños torturados al ser abortados, no deben ser publicitadas porque, aducen, hieren la sensibilidad del espectador; ¿Somos un país de sordos? ¿No nos atronan la sensibilidad auditiva oír tan desmesuradas cifras? Pues de momento, pareciera que los que tienen que decidir en esta espinosa cuestión se muestran a salvo de ser heridos en su ausente sensibilidad. La inacción de sesudos Magistrados alcanza ya un coste social de 317.318 no nacidos desde el 1 de junio del 2010.

          Señores del gobierno ¡despierten! ¡que todo no es economía! Que aquí tienen un importante campo para practicar recortes de los verdaderamente útiles, recortes de gasto indecente y de vidas humanas segadas.