sábado, 27 de octubre de 2012

Razones, que no opiniones





Hace una semana y unos días, más concretamente el 7 de Octubre, Derecho a Vivir Jaén, se concentró para pedir la Ley del Aborto Cero.
Ya os informé en este blog de dicha concentración, e incluso puse alguna foto.
Hoy os dejo el discurso que pronunció el Doctor en Medicina y voluntario de DAV Jaén,  Don Álvaro Dominguez Arranz, y que como profesional de la medicina y conocedor de la tragedia que es al aborto, habló de la cruda realidad que supone el aborto no solo para los bebés que son matados, sino para la madre que lo sufre, invitándonos a todos los asistentes a "ser valiente" a la hora de levantar la voz a favor de los inocentes, y a no quedarnos en la pasividad y en la vergüenza de defender dicha Ley.

Razones, que no opiniones


Concentración por la vida en la Plaza de Santa María de Jaén el  7 – octubre - 2012

"Agradezco vuestra presencia hoy aquí, que entiendo como un compromiso activo frente a la barbarie que suponen más de 100.000 muertes de no-nacidos al año que ocurren en nuestro país, alrededor de 300 cada día.

Todos nosotros, los que estamos hoy aquí, somos parte de los que estamos horrorizados y consideramos que no es admisible tanta inhumanidad, que por encima de las ideologías se debe ante todo defender la vida, el derecho a vivir de todos y además el derecho a la maternidad.

Todos nosotros nos posicionamos frente a los que, amparándose en las llamadas ideologías de género, intentan disimular lo que la ciencia les dice, que de forma sectaria tratan de imponer su ideología a todos disfrazando las palabras y hablando de un supuesto derecho de la mujer a decidir. Y digo bien, imponer a todos, porque no vale el argumento de que no obligan a nadie, puesto que al legislar que se trata de un derecho…. su coste moral y económico nos repercute a todos.

Tenéis que saber que aproximadamente 1 de cada 3 personas, en este país, cuando se les consulta  evitan opinar y eso es difícil  de entender… solo se me ocurren dos explicaciones o bien están presas de una especie de  buenismo que resume el “yo no lo haría pero no debo meterme en lo que hacen los demás” o bien simplemente no llegan ni a plantearse el asunto.

Es de ese tercer grupo, del que todos nosotros en algún momento hemos salido con un paso al frente, y por eso estamos hoy aquí.
Quiero invitaros a que desde esta posición en la que habéis decidido enrolándonos….  miréis a vuestro alrededor, e invitéis a bajar a la arena, a mojarse,  a los que solo juegan a ser espectadores.

Tener en cuenta que Nada es tan eficaz como el silencio, lo que no se oye, lo que no tiene voz, por mínima que sea, acaba convirtiéndose en silencio y éste conduce al olvido.

Y es en ese sentido que puede decirse que,

El silencio social: cómplice y culpable del aborto

El campeón en la lucha contra la esclavitud Martin Luther King decía que
Nuestras vidas comienzan a terminarse el día que nos quedamos en silencio respecto a las cosas que importan.

Gandhi se lamentaba de que,

Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena.

Y  Elie Wiesel superviviente de los campos de concentración nazi clamaba que

El silencio estimula al verdugo.

La inquebrantable defensa de la vida del ser humano que desde siempre ha caracterizado a la Iglesia Católica y el hecho de que muchos de nosotros seamos creyentes…  les hace fácil a los abortistas intentar descalificarnos arguyendo que tratamos de imponer nuestra moral a toda la sociedad.

A este respecto os diré que no es necesaria la fe para saber que el concebido es un miembro de nuestra especie. Porque no es una cuestión de fe sino de conocimiento…    de saber que la ciencia lo afirma de forma categórica.

De chico me enseñaron en el catecismo una definición para la fe…. es creer aquello que no vemos. Pues bien, en esto si vemos, no estamos ciegos, la ciencia nos hace ver, nos enseña con su tecnología, quien habita dentro del vientre de la madre. Alguien dijo una vez que si las mujeres tuviesen el vientre de cristal no abortarían.

La fe para lo que me sirve es para creer que “ese ser humano” que la ciencia me muestra es, también, hijo de Dios y por tanto mi hermano. Y esa creencia no se impone a nadie, a lo sumo se propone.

El concebido, al que es imprescindible matar para poder terminar (que no interrumpir) antes de tiempo un embarazo, es un ser humano simplemente porque sus progenitores son seres humanos y en consecuencia le asisten los derechos debidos a todo miembro de la especie humana, y de forma especial el primero y principal derecho que es el de vivir.

Pero además es….
· Único porque es distinto de su padre y de su madre.
· Autónomo que vive en su madre pero no es su madre.
· Capaz de auto-desarrollarse sin más necesidades para llegar a plenitud que alimentarse y que no lo maten,
· Es perfectamente viable desde el momento de la concepción,  siempre que no se violente el medio en que le toca vivir en cada época de su vida.

Todo esto, como os decía antes, no porque haya que creérselo sino porque así lo afirma la ciencia y además de forma categórica.

Entonces, ¿qué razones tienen los que defienden el derecho a matar al ser concebido y no nacido?…..  Pues o no las saben contar o las quieren esconder por inconfesables    puesto que se contentan con insultar y manipular.    Yo os digo que las he buscado y solo he encontrado “manipulación de las palabras e insultos a los contrarios” y todo aderezado con demasiada ideología, fanatismo y especialmente mucho dinero que ganar.

No, no hay un solo abortista que mate de forma gratuita, ni caritativa ni por solidaridad.

No hay ONGs abortistas, ni de fecundaciones “in vitro” ni de investigación con células embrionarias.   Todo se resume en un gran negocio que mueve ingentes cantidades de dinero, de poder político o de encumbramiento científico a cualquier precio.

Yo veo a las leyes que pretenden regular el aborto como manipulaciones que buscan como fin último terminar por  convencer a la población de que existe una etapa más o menos temprana de su desarrollo en la que el ser humano “no es humano” y por tanto es lícito manipularlo.

Simples “células” que por, y solo por,  la fuerza de los votos en un parlamento son durante un determinado tiempo de su vida tan solo “algo”   con lo que se puede experimentar.

Desde luego convendréis conmigo que la fuerza de los votos no puede hacer que lo blanco sea negro. No me cabe la menor duda de que hay cosas y materias como el aborto, la tortura o la esclavitud que no deberían depender de mayorías parlamentarias.

En el día internacional contra la pena de muerte tenemos que gritar muy alto y muy claro que nadie tiene derecho a eliminar a ningún ser humano por muy pequeño que éste sea, que son demasiados 300, o 200, o 10 o simplemente uno concebido aunque no nacido.

Quiera Dios que veamos el final de esta pesadilla, y mientras tanto todos unidos seguiremos reclamando ante cualquier color político una ley que de forma efectiva proteja la vida de todo ser humano desde la concepción hasta su muerte natural".

Álvaro Dominguez Arranz