viernes, 28 de diciembre de 2012

Por todos los Inocentes, hoy 28 de Diciembre, hemos salido a la calle





















Sabemos que es un  pequeño grano de arena en esta lucha por la vida que comenzamos hace tres años, pero hoy, 28 de diciembre, Festividad de los Santos Inocentes, los voluntarios de Derecho a Vivir de Jaén, (como lo han hecho todos nuestros amigos de Derecho aVivir y Hazte Oír en toda España),  hemos querido salir a la calle, para testimoniar nuestra lucha a favor de la VIDA, y concienciar a nuestros paisanos, de la barbarie que se está cometiendo en España, permitiendo que con los impuestos de todos nosotros, se sigan practicando abortos, y pagando a clínicas y sanitarios asesinos.
No podemos permitir que siga este despilfarro de dinero, cuando hay tantas necesidades en nuestro país. No podemos seguir permitiendo que sigan muriendo inocentes, que sin voz  y sin posibilidad de elegir, sean asesinados.
50 millones en todo el mundo y 118.359 en España, son los abortos que se han practicado en este año 2011, por unos profesionales que abogan por la muerte, engañando a las mujeres angustiadas, prometiéndoles la paz y la tranquilidad después de abortar.
Unas cifras que no nos pueden dejar impasibles ¿No pensáis?
Recemos por todos estos inocentes, hoy y todo el año.



jueves, 27 de diciembre de 2012

Mesa informativa DAV JAÉN: Festividad de los SANTOS INOCENTES







Los Santos Inocentes son los Niños que el Rey Herodes mandó matar cuando se enteró por los Reyes Magos que había nacido un Rey.
Así Herodes vio a Jesús como una amenaza para su poder.
Hoy tenemos también los nuevos Santos Inocentes de nuestro tiempo y son los niños que asesinamos por el aborto del aborto provocado.
Ellos amenazan el poder económico imperante a nivel global y en concreto nuestro poder adquisitivo y standard de vida.

Supone un incremento del 4,71 por ciento respecto a 2010, pese a que el Ejecutivo Zapatero aseguró que su 'Ley de Salud Sexual' reduciría el número de no nacidos.
Un total de 118.359 abortos se practicaron el 2011 en España, lo que supone un incremento del 4,71 por ciento en relación a 2010, según los datos hechos públicos este mes por el Ministerio de
Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

Derecho a Vivir Jaén, te invita a plantarle cara a tanta barbarie.
¡No más muerte de inocentes!
Te esperamos el 28 de Diciembre, en la Plaza de la Constitución, esquina Calle San Clemente, de 5 de la tarde a 9 de la noche.


¡OS ESPERAMOS!



miércoles, 19 de diciembre de 2012

¡FELIZ NAVIDAD!



TODOS LOS VOLUNTARIOS QUE FORMAMOS LA GRAN FAMILIA DE DERECHO A VIVIR JAÉN, DESEAMOS A NUESTROS AMIGOS Y SEGUIDORES, UNA MUY FELIZ NAVIDAD Y UN AÑO 2013 LLENO DE COSAS BUENAS.
QUE NUESTRA LUCHA POR LA VIDA SE EXTIENDA COMO UNA GRAN TELA DE ARAÑA, Y CONTAGIEMOS A TODOS, DE NUESTRO PROYECTO Y NUESTRO ENTUSIASMO. 
LA VIDA DE LOS NO NACIDOS DEBE SER DEFENDIDA Y NOSOTROS SOMOS SU VOZ.

'FELIZ NAVIDAD!

viernes, 14 de diciembre de 2012

Debate sobre el aborto: todo en una sola foto





No hay trampa ni cartón. La imagen a la que se refieren estas líneas es relativamente reciente y puede encontrarse, por ejemplo, en la potente web de la plataforma pro-aborto Nosotras decidimos.
Los carteles que portan las activistas del Movimiento Feminista Marea Violeta en Málaga no pueden resumir mejor el actual estado del debate sobre el aborto en España y la quiebra producida en los argumentos de sus defensores. Caben ya en una sola foto.
Empezando por la izquierda de la imagen, la primera de las «razones» exhibidas es la más sincera y creo que también la más dramática: «Sí a la vida pero cuando ¡yo decida!». Se admite ya, por el incontestable peso de las pruebas científicas, que la cuestión es vida sí o vida no. Es un salto cualitativo importantísimo en el debate. Pero seguimos atascados porque hay quien todavía pretende dejar esa decisión tan trascendental en manos del «YO», es decir de la subjetividad del individuo. O sea, un exacerbado relativismo individualista se adueña del derecho a vivir del otro… La verdad es que el argumento «no tiene un pase» en términos de racionalidad o simplemente de humanidad.
«Donde hay derechos no hay «supuestos». Aquí, en cambio, coincidimos. La cuestión es de quién es el derecho y a qué tiene derecho. Ya parece aceptado que hay vida, así que por de pronto parece que hay un sujeto que tiene derecho a vivirla, o, dicho de otro modo, a que no se la quiten. Ante algo tan básico no caben, desde luego, «supuestos». Estamos de acuerdo. Porque el invento de los autodenominados «derechos a la salud sexual y reproductiva» de las mujeres es tan sólo eso, un invento o constructo ideológico fácilmente desmontable. Y, desde luego, nunca algo que pueda superponerse al derecho fundamental e incontestable de todos a la vida.
Pero sigamos con la tercera y última de las razones de los abortistas: «Si yo no te obligo a abortar…tú no me obligues a parir». Pelín rancio, ¿no? Porque si de vidas humanas estamos hablando –y eso parece que a estas alturas de la ciencia ya no es fácil discutirlo– la traducción del trasnochado argumento abortista sería «Si yo no te obligo a quitar la vida a otros tú no me obligues a que yo tampoco se la quite». Tremendo…
Sin obviar la compasión hacia las mujeres concretas que se ven empujadas al drama del aborto, la verdad es que el panorama argumental en que se han instalado sus defensores intelectuales y “políticos” del aborto no puede ser más pobre y patético. Con lo cual uno inmediatamente se pregunta: ¿puede saberse qué frena al Partido Popular y al Gobierno de Rajoy para acometer de una vez la reforma de la ley del aborto para «reforzar la protección del derecho a la vida, así como de las menores», como prometieron en su Programa del 2011? Porque no lo olvidemos: cada día que pasa, cada día en el que se pospone la decisión, en España se eliminan 310 vidas humanas al amparo de la Ley del Aborto.
Los inconsistentes argumentos de las feministas radicales a favor del aborto caben hoy en una sola foto. Hace tiempo que no se presentan si quiera razones de fondo para un verdadero debate. Todos hablamos ya de la vida, esa es la feliz novedad. Quizá por eso lo que necesita el Gobierno de Rajoy para acometer la reforma de la ley cabe también en una sola palabra: CORAJE.

Jaime Urcelay


http://www.profesionalesetica.org/2012/12/debate-sobre-el-aborto-todo-en-una-sola-foto/



lunes, 10 de diciembre de 2012

«¿De quién son mis ojos?» El supuesto derecho al hijo, los hijos de laboratorio y los huérfanos biológicos


Las familias del futuro -profetizan e incluso celebran algunos- serán mucho más difíciles de dibujar que las normales -tradicionales, dicen-: padres legales (parejas e individuos hetero u homosexuales), donantes de óvulos y espermatozoides, madres-incubadora, medio-hermanos desconocidos... Muchos de los que participan en esta industria que mueve cientos de millones de euros han asumido, a la vez, ser sus víctimas. A los niños, en cambio, se les impone esta situación. Los pocos que no terminan como embriones desechados están empezando a hacer oír sus quejas

Katrina Clark sabía desde pequeña que su padre era un donante de semen y, aunque a veces soñaba con «un hombre alto y delgado» que jugaba con ella, no asimiló realmente su situación hasta la adolescencia: tras una discusión familiar, «la sensación de vacío cayó sobre mí. Me di cuenta de que, en cierto sentido, era rara. Verdaderamente nunca tendría un padre. Por fin entendí lo que significaba ser concebida por un donante; y lo odié. Cuando leo lo que dicen algunas mujeres sobre su opción de maternidad, me siento degradada a poco más que una ampolla de semen congelado». El Washington Post publicó su testimonio hace dos años. El semanario Newsweek había reproducido, ya en 1994, un testimonio muy similar, de otra joven, Margaret R. Brown, concebida in vitro: «Tengo el sueño recurrente de estar flotando en la oscuridad mientras giro sin parar cada vez más deprisa en una región sin nombre, fuera del tiempo. Soy una persona que nunca conocerá la mitad de su identidad. ¿De quién son mis ojos? Me he preguntado si no habrá otros secretos que se me ocultan».
Las primeras generaciones de niños probeta están llegando a la edad adulta, y algunos comparten testimonios como los que se describen en el párrafo anterior. El psiquiatra don José Cabrera ha conocido a varios de esos hijos, «que tienen una depresión permanente. Un factor seguro de esta depresión es la tristeza» por el modo de haber sido concebidos. Incluso «aunque no lleguen a la depresión, se caracterizan por una cierta tristeza generalizada, por saberse no concebidos en un acto de amor». Es más, si se ha usado el semen de un donante, «se les ha fabricado huérfanos y tienen muchas preguntas como: ¿tengo alguna raíz cierta? ¿Soy un hijo deseado, o necesitado para cubrir una necesidad obsesiva?» También está el gran peso psicológico, por la expectación que han generado.
La referencia al padre, vacía
Doña María Dolores Vilá Coro, jurista experta en Bioética, explica en su libro Huérfanos biológicos la importancia de que exista, al menos, un padre referencial (fallecido o divorciado) conocido, aunque incluso esto puede influir en el desarrollo de los hijos. Cuánto más con la fecundación artificial con semen donado, donde la figura paterna queda excluida, incluso si hay un padre legal (caso de Margaret) o social (pareja de la madre, caso de Katrina).
Cuando se empezaron a oír las voces de los huérfanos biológicos, el Reino Unido dio marcha atrás en su ley y eliminó el anonimato en las donaciones de semen y óvulos. También han empezado a surgir, en Inglaterra y Estados Unidos, asociaciones que les ayudan a localizar a sus padres y hermanos biológicos. Una lucha similar a la de los hijos adoptados que luchan por conocer sus orígenes, aunque los niños probeta reciben mucha menos comprensión de la sociedad.
¿Por qué dan tanta importancia estas personas a la biología, cuando han podido recibir mucho amor de sus padres legales? Quienes critican así cualquier intento de limitar la reproducción asistida, paradójicamente, no plantean, por coherencia, otra muy similar: ¿y por qué dan tanta importancia a la biología unos padres que prefieren encargar un hijo in vitro en vez de adoptarlo?
Más allá de la incomprensión que todavía sufren, en muchos países están discriminados frente a los hijos adoptados, a los que sí se reconoce el derecho a conocer a sus padres. El interés de las clínicas, en cambio -explica la doctora Vilá Coro-, es mantener el anonimato «porque es el medio de mantener a los donantes».
Incesto biológico y enfermedades
Las mismas autoridades que tanta prisa se han dado en ir regulando las técnicas de reproducción artificial, han mostrado mucho menos interés en aplicar los límites establecidos por ellas mismas. La primera ley española, de 1988, ya preveía la creación de un registro de donantes -preservando el anonimato-, para evitar que un mismo donante engendrara más de seis hijos vivos y que éstos pudieran encontrarse sin saber su parentesco y tener hijos, con el riesgo de enfermedades hereditarias que eso conlleva. Hoy en día, nada impide que un mismo donante acuda a varias clínicas de varias ciudades, y engendre hijos en todas ellas. En Australia se han dado varios casos en los que hasta 30 mujeres de una ciudad pequeña han tenido hijos del mismo donante.
Pero el ser una persona probeta no sólo entraña riesgos psíquicos y de incesto biológico. La concepción se realiza en condiciones artificiales, y se fuerzan fecundaciones con óvulos y espermatozoides de poca calidad, inmaduros o incluso con sus células precursoras (que tienen el material genético pero carecen de otros elementos necesarios). La implantación de varios embriones produce tasas muy altas de embarazos múltiples y partos prematuros. A todos estos factores se atribuye la mayor tasa de malformaciones y secuelas neurológicas como retraso mental y defectos de visión, entre otras enfermedades, que sufren en comparación con los niños nacidos naturalmente. La bióloga doña Natalia López Moratalla explica que, en muchos casos, son los pediatras los que están dando la voz de alarma porque las clínicas, una vez conseguido el embarazo, se lavan las manos. También, al forzar la procreación de personas que pueden ser infértiles por causas genéticas, puede aumentar la infertilidad en el futuro.
¿Derechos?

Ilustración de Selçuk, en Le nouvel observateur
«Lo que resulta más sorprendente -continuaba el testimonio de Margaret Brown-, dada la actitud de la sociedad hacia la protección de los niños, es que las decisiones sobre inseminación artificial se toman en interés de los padres y del médico, no en interés del niño. Los hijos no son bienes de consumo o posesiones». Pero, dado el tratamiento que se les da, desde luego se los trata como tales. Al hablar de derecho al hijo, se lo está cosificando -no se tiene derechos sobre una persona-. El derecho a un hijo en cualquier situación justifica la fabricación de huérfanos, o la reproducción asistida en madres-abuelas de más de 50 o 60 años. El derecho al hijo sano justifica la eliminación de los enfermos. También está el derecho a tener un hijo a medida, eligiendo el de un sexo y eliminando a los del otro (lo que se empieza a pedir y legitimar), o seleccionando a un donante según su estatus social o apariencia física; incluso el derecho a tener un hijo que comparta una discapacidad como la sordera, eliminando a los embriones oyentes, como pretendía una pareja de lesbianas inglesas. Al ser un derecho, la Sanidad pública debe pagarlo (incluso, como en Andalucía, si no existe un problema de infertilidad, sino que, simplemente, la mujer no tiene pareja). Y, si cualquiera de estas cosas sale mal, está el derecho a demandar al fabricante. No son exageraciones, sino casos reales.
Además, en un mundo globalizado para los negocios, también en este caso son permeables las fronteras. En el caso de que en un país fuera ilegal un determinado producto, siempre se puede viajar a otro, como sucede en España, donde vienen muchas personas para conseguir donantes o embriones. Y, aunque en España es ilegal elegir a los donantes, el Instituto IVI, de Valencia, vende semen a la carta en el extranjero.
Si se respetan las primeras premisas (existe un derecho al hijo, que puede ser concebido artificialmente por un acto de mera voluntad en vez de amor), nadie debería escandalizarse por casos como el de una mujer holandesa que se ofreció por Internet a ser madre de alquiler, luego fingió que había abortado y vendió el bebé a otra pareja por el doble de dinero.
María Martínez López
Cuerpos a la venta
Dos años después de que se aprobara en España la última Ley sobre Reproducción Humana Asistida, ya se vuelven a oír voces que piden que se cambie para incluir, ahora, la maternidad subrogada, es decir, el alquiler de úteros, para que, por ejemplo, las mujeres que no tienen útero puedan usar el cuerpo de otra como incubadora. O aquellas que no quieren perder la figura. Si se mira bien, puesto que el feminismo radical habla de la reproducción como trabajo reproductor, parece perfectamente lógico que, las que puedan pagar, lo deslocalicen. Una prostitución de nueve meses, que muchos buscan a través de Internet o en países como Estados Unidos (donde puede costar hasta 100.000 euros a través de una agencia) o la India, donde mujeres de las clases más pobres se dedican profesionalmente a ello, a veces obligadas por sus maridos, como ha denunciado un médico del país. No sería raro que, en aras de la no discriminación frente a otras formas artificiales de tener un hijo, la sanidad pública acabara pagando el dinero que reciben las madres de alquiler. En Inglaterra ya se ha propuesto.
Es el siguiente paso lógico a la donación de óvulos, mediante la cual muchas mujeres, a veces con cierta frecuencia, someten a su cuerpo a duros tratamientos hormonales, guiadas por buenas intenciones o a cambio de una compensación por las molestias -la ley española no permite la venta de gametos- de varios cientos de euros (muy atractiva para estudiantes, inmigrantes o simplemente para llegar a fin de mes).
Las víctimas invisibles
Las tasas de éxito de la fecundación in vitro (entre 20% y 30%) se calculan por cada ciclo, pero si se cuentan los embriones creados, el resultado está entre cuatro y ocho nacimientos por cada 100 embriones creados. En 14 años, en Inglaterra, se destruyeron 1,2 millones de embriones, algunos después de haber estado años congelados; otros muchos, considerados no viables, directamente tras la fecundación. La cifra no incluye a los implantados en las madres, que en su mayoría mueren (más que los concebidos naturalmente). Otros son abortados porque la técnica ha funcionado demasiado bien y sobran.
Desde 1988, cada ley de Reproducción Asistida en España ha desprotegido más al embrión. La primera permitía congelarlos y experimentar con los no viables; la de 2003, con los viables congelados hasta entonces; y la última, de 2006, también crearlos y utilizarlos para la experimentación, además de quitar los límites de 2003 a la congelación. Pero nunca se ha creado un registro de embriones congelados, y aunque las voces oficiales sitúan la cifra en torno a los 30.000, expertos como el doctor Justo Aznar dicen que pueden alcanzar los 200.000. Y sistemáticamente se crean más de los que se implantan. Algo que, para la doctora Vilá Coro, «corresponde a una visión de la bioética en la cual el ser humano está al servicio de otros intereses». El futuro de estos niños está en manos de sus padres: pueden ser implantados en la madre, donados a otras parejas, destinados a investigación, o simplemente destruidos a los cuatro años. Y, en caso de divorcio o desacuerdo, se ha llevado su propiedad ante los tribunales, que parecen tender a dar la razón al padre que no quiere que otro hijo suyo nazca.
Desesperados y engañados
El psiquiatra don José Cabrera ha tratado a varias parejas que no podían tener hijos, y está convencido de que, «si este deseo no se racionaliza, se puede convertir en una idea monotemática y de rasgos obsesivos. Todo el pensamiento, discusiones y comentarios giran alrededor de los niños (ropa, juguetes, los hijos de otros) y de lo triste que estoy por no poder tenerlos. Hasta llega a ser patológico, una depresión, o insomnio». En estas condiciones, a la mujer no se le debería permitir, según la ley, someterse a la reproducción asistida, pues no goza de salud psicofísica. Algo así puede destruir un matrimonio, «comiéndoselo como una termita. Empiezan las inculpaciones; si el marido no quiere semen de un donante, la mujer piensa que no la quiere; o el marido piensa que, para la mujer, él no es suficiente familia». La solución pasa, lo primero de todo, por recordarles que «ellos no son la especie, darles un nuevo sentido a su vida, plantearles la adopción», etc.
En España se realizaron, en 2005, más de 40.000 ciclos. Es difícil imaginar que un tratamiento que no cura esté tan generalizado, con un 70% de fracasos. Parejas o mujeres están dispuestas a someterse a un auténtico calvario de visitas al hospital, pruebas, tratamientos hormonales (con sus efectos secundarios), intervenciones invasivas..., una y otra vez, gastándose un dinero que no siempre tienen (el ciclo vale 6.000 euros de media) o cargándoselo al Estado. Con 20 euros, una hoja de papel, un lápiz y un termómetro, reconociendo la propia fertilidad de forma natural, se consigue una tasa de éxito igual o superior a la reproducción artificial (30%).
«Una pareja -explica doña Micaela Menárguez, experta en estos métodos- tiene una ventana combinada de fertilidad -el período en el que pueden concebir- de cinco días como máximo, y las parejas tienen muy pocas relaciones. Puede que al cabo de un año de buscar el hijo, no hayan tenido nunca relaciones en esos días, pero se les envía a la reproducción asistida en vez de enseñarles a saber cuándo son fértiles y cuándo no. Es empezar la casa por el tejado».
En Bélgica, se está estudiando enseñar estos métodos antes de recurrir a la reproducción asistida. Durante un año, el hospital La Paz, de Madrid, tuvo una consulta de fertilidad natural que alcanzó una tasa de éxito de casi el 32%, pero que terminó cerrándose. Mientras, en las clínicas privadas «se hacen de oro y juegan con los sentimientos de las mujeres, diciéndoles que tienen derecho a tener hijos y que van a hacer todo lo posible», mientras se les está privando de la «oportunidad de tener un hijo de una forma mucho más fácil y placentera». Quizá el problema es que no responde a la corrección política de la sociedad, pues, obviamente, de los métodos naturales sólo se pueden beneficiar parejas heterosexuales.

jueves, 29 de noviembre de 2012

¡Seamos la voz de los sin voz!




NOS HICIERON LLEGAR ESTO, ESPERAMOS SIRVA A TANTAS PERSONAS QUE SUFREN.

En esta oportunidad, queremos dirigirnos a todas las personas que, de una u otra manera, se vieron involucradas en un aborto. De ante mano, les decimos que no tenemos ninguna palabra de rechazo y condena, sino tan solo de comprensión y esperanza.

Por lo general, en un aborto provocado participan al menos ocho personas. Entre ellas, están la madre, el padre, los familiares, los amigos y amigas, los médicos y las enfermeras. Lógicamente, la más afectada es la mujer que abortó.

Independientemente de las razones que se dieron, todos llevan en silencio algún tipo de sufrimiento. Una mujer que fue obligada o que acudió de un modo voluntario a un centro abortista público o clandestino, luego del aborto tiene la conciencia de que entraron dos vidas y que apenas salió una. Esta realidad le acompaña durante toda su vida, aunque trate de disimular o negar ante sí y las demás personas.

Más del 91% de mujeres que han abortado sufre el "trauma" del post-aborto.

Los testimonios de las mujeres que han abortado, sin tener en cuenta su posición ética o religiosa, coinciden en que los trastornos físicos y psíquicos son enormes. Muchas mujeres se quedan estériles; otras sufren de insomnio, depresión, ansiedad, baja autoestima y de frecuentes intentos de suicidio. Algunas, para aliviar su dolor, se dedican al consumo de alcohol o droga y, unas cuantas, a la promiscuidad. Algo parecido sucede con las personas que han participado directa o indirectamente en el aborto.

Pero no todo está perdido. Es posible recuperar la dignidad, la paz y la alegría. Para ello, es necesario iniciar un proceso de sanación, que permite reconocer la gravedad del hecho y una salida libre de condena. Un proceso en el que la mujer descubre que su hijo o hija que no nació vive en Dios.

Es a partir de este encuentro profundo con el Señor que las personas involucradas en un aborto redescubren el sentido de sus vidas y se comprometen también a amar y a defender la vida con toda su pasión.


Europa defiende el derecho a la vida... en otros países





El Parlamento Europeo aprobó, la semana pasada, una resolución en la que afirma que «todos los niños, con independencia de su sexo, tienen el derecho a la vida, a la supervivencia y al desarrollo»; y pide que se trabaje para acabar «con las prácticas carentes de toda ética y discriminatorias de selección prenatal en función del sexo, y aborto de fetos de sexo femenino», entre otras. Paradójicamente, esta petición se circunscribe a las delegaciones de la Unión Europea en países en vías de desarrollo, mientras en muchos países europeos, gracias a las leyes de plazos, el aborto de niñas está permitido, al menos,
implícitamente.
Es más, en Suecia, el permiso es explícito, como reconoció la Junta Nacional
de Salud y Bienestar en 2009. Poco después de esta petición, Luxemburgo se sumó al grupo de los países europeos más permisivos con el aborto. Por 39 votos frente a 21, la Cámara de Diputados aprobó una reforma para pasar de una ley de supuestos –riesgo para la vida o la salud de la madre, violación e incesto, discapacidad del hijo, y motivos socioeconómicos– a una ley que permite
el aborto hasta la semana 12, sólo con que la mujer afirme que le produce angustia. El Gran Duque Enrique de Luxemburgo no podrá vetar la nueva ley como hizo en 2009 con la despenalización de la eutanasia, puesto que entonces, como represalia, el Parlamento le privó de la prerrogativa del veto.


UNICEF: reduciendo los "Derechos" del Niño a la anticoncepción y el hedonismo



En el Perú el debate sobre un nuevo Código de la Niñez y la Adolescencia está a punto de iniciarse. ONG´s pro aborto y grupos pseudo-defensores de los “derechos del niño”, centran su lobby político en el reparto de anticonceptivos desde los 14 años. El núcleo de su discurso son los supuestos “derechos sexuales y reproductivos”, el placer como principal aspecto en el ejercicio del sexo y el uso de preservativos para la reducción de riesgos de embarazo o de adquisición de enfermedades de transmisión sexual.

Entre las organizaciones que ejercen presión política y mediática, encontramos principalmente a UNICEF, Save the Children, Plan Internacional Perú, Fundación Anar (Ayuda a niños y adolescentes en riesgo), Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza, Asociación Ato Colibrí, Comisión Nacional por los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (CONADENNA), la Municipalidad Metropolitana de Lima, la Defensoría del Pueblo, entre otras.

Asimismo también se han pronunciado las ONG´s abortistas PROMSEX y Manuela Ramos.

Los “Derechos sexuales”
El punto clave del debate es la aprobación del artículo 27 – “Derechos a la salud sexual y reproductiva” - del proyecto de ley que propone un nuevo código de la niñez y la adolescencia.

Si vemos los antecedentes, la primera definición de los llamados “derechos reproductivos” se remonta al Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo llevada a cabo en El Cairo en 1994, “donde uno podría creer que todo lo que se necesita para eliminar la pobreza es la disponibilidad de anticonceptivos gratis, el aborto legal, y educación sexual para adoctrinar a mujeres y niños sobre como acceder a estos servicios de salud”*

Es por este motivo que ONG´s pro abortistas como Manuela Ramos y PROMSEX vienen promoviendo esta iniciativa, ya que se estaría introduciendo una categoría extraña a nuestro marco legal - “derechos sexuales y reproductivos” - como un conjunto de “nuevos derechos”. Esto viene siendo financiado curiosamente por el Fondo de Población de las Naciones Unidas.

Los “Servicios de Salud Sexual y Reproductiva”
Dentro del artículo 27 se pretende que los adolescentes desde los 14 años puedan acceder a “información, orientación y servicios de salud sexual y reproductiva”. Esta frase no es otra cosa que distribución de anticonceptivos sin el conocimiento de los padres o tutores. Así lo han entendido y pretendido sus actuales promotores por décadas. No es ninguna educación. Sólo son prácticas referidas al uso de sus genitales y a evitar un embarazo. No se toma en consideración los aspectos emocionales y psicológicos de los niños y adolescentes.

La información en esta materia incluye métodos invasivos como el DIU o las inyecciones y el reparto indiscriminado de preservativos. Estos “servicios confidenciales de salud sexual” podrían incluir acceder a intervenciones quirúrgicas como vasectomías o ligaduras de trompas. No es difícil adivinar las motivaciones que pretenden apartar a los padres de sus hijos cuando se trata de este tipo de “servicios de salud”.

El embarazo adolescente
Las supuestas cifras elevadas de embarazo adolescente es el argumento más poderoso que utilizan todos los grupos “defensores de los niños” para hacer presión política sobre este tema. Sin embargo, en su argumento exigen el derecho a la “libertad sexual de los adolescentes”, es decir “su capacidad para decidir en qué momento iniciar una vida sexual”, cuyo objetivo principal se ubica en los aspectos de placer en el ejercicio del sexo, minimizando los riesgos de embarazo o de adquisición de enfermedades transmisibles por vía genital, las mismas que supuestamente buscan reducir.

Pero la realidad los supera y las cifras estadísticas los desmienten. Solo tienen a su favor sospechosos “estudios” estadísticos elaborados por ellos mismos. Algunos ejemplos de lo que señala la evidencia científica:

• Un estudio llevado a cabo el año 2002 por el Grupo de Vigilancia de Derechos Ciudadanos en Salud, sobre el inicio sexual de los adolescentes, dio como resultado que “ocurre en promedio a los 16.8 años en los hombres y a los 18.9 años en las mujeres; sin embargo, hay grandes variaciones entre regiones y niveles educativos”.

• El Ministerio de Salud, con ayuda de la cooperación internacional, condujo entre noviembre y diciembre de 2010 la Encuesta Global de Salud Escolar entre estudiantes del 2do al 4to año de educación secundaria a nivel nacional, arrojando que únicamente el 19.7% de los estudiantes (28.3% de varones y 11.1% de mujeres) refirieron haber tenido relaciones sexuales alguna vez en su vida. De este 19.7%, el 46.7% tuvieron su primera relación sexual antes de los 14 años. Es decir menos del 10% del universo total.

• Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar, ENDES continua 2011, la edad mediana de la primera relación sexual es de 19.0 años para áreas urbanas y 17.7 años para áreas rurales.

La Capacidad de los Adolescentes

Una de las justificaciones para esta medida se sustentaría en la supuesta capacidad plena de ejercicio de los adolescentes, los cuales, según tales organizaciones, ya habrían alcanzado un desarrollo somático y psíquico suficiente para ser capaces de decidir sobre si tener o no relaciones sexuales.

Sin embargo, afirmar que por el mero hecho de haber cumplido los catorce años los adolescentes poseen un criterio propio y una madurez suficiente para discernir sobre lo que implica el ejercicio de su sexualidad, contradice al ordenamiento jurídico peruano, el cual consagra un régimen especial de protección de los adolescentes hasta los 18 años de edad. Con el temprano inicio de una vida sexual activa, se pondría en riesgo la integridad moral, psíquica y física de los menores de edad, asimismo, se debilitaría su protección contra el abuso sexual y se mermaría su derecho a la protección contra todas las formas de explotación y abuso sexuales.

En conclusión: Estas medidas que se buscan introducir, responden una vez más a una agenda ideológica determinada que quiere implantar el control natal en los países pobres. Se dice querer “la protección de la niñez y la adolescencia”, no obstante, de manera simultánea se promueve el inicio de una vida sexualmente activa desde una temprana edad. Nada más contrario al resguardo del interés superior del niño, principio rector que guía el andamiaje jurídico internacional en torno a la protección de los menores de edad y que sostiene la aplicación de la Convención sobre los Derechos del Niño.

*Dale O´Leary – "La Agenda de Género"

Por Sergio Burga

http://www.lapop.org/index.php/boletines/437-boletin-173-unicef-pretende-reducir-debate-sobre-derechos-del-nino-a-derechos-sexuales-y-al-reparto-de-anticonceptivos

http://www.hazteoir.org/noticia/49905-unicef-reduciendo-derechos-nino-anticoncepcion-y-hedonismo

sábado, 27 de octubre de 2012

Razones, que no opiniones





Hace una semana y unos días, más concretamente el 7 de Octubre, Derecho a Vivir Jaén, se concentró para pedir la Ley del Aborto Cero.
Ya os informé en este blog de dicha concentración, e incluso puse alguna foto.
Hoy os dejo el discurso que pronunció el Doctor en Medicina y voluntario de DAV Jaén,  Don Álvaro Dominguez Arranz, y que como profesional de la medicina y conocedor de la tragedia que es al aborto, habló de la cruda realidad que supone el aborto no solo para los bebés que son matados, sino para la madre que lo sufre, invitándonos a todos los asistentes a "ser valiente" a la hora de levantar la voz a favor de los inocentes, y a no quedarnos en la pasividad y en la vergüenza de defender dicha Ley.

Razones, que no opiniones


Concentración por la vida en la Plaza de Santa María de Jaén el  7 – octubre - 2012

"Agradezco vuestra presencia hoy aquí, que entiendo como un compromiso activo frente a la barbarie que suponen más de 100.000 muertes de no-nacidos al año que ocurren en nuestro país, alrededor de 300 cada día.

Todos nosotros, los que estamos hoy aquí, somos parte de los que estamos horrorizados y consideramos que no es admisible tanta inhumanidad, que por encima de las ideologías se debe ante todo defender la vida, el derecho a vivir de todos y además el derecho a la maternidad.

Todos nosotros nos posicionamos frente a los que, amparándose en las llamadas ideologías de género, intentan disimular lo que la ciencia les dice, que de forma sectaria tratan de imponer su ideología a todos disfrazando las palabras y hablando de un supuesto derecho de la mujer a decidir. Y digo bien, imponer a todos, porque no vale el argumento de que no obligan a nadie, puesto que al legislar que se trata de un derecho…. su coste moral y económico nos repercute a todos.

Tenéis que saber que aproximadamente 1 de cada 3 personas, en este país, cuando se les consulta  evitan opinar y eso es difícil  de entender… solo se me ocurren dos explicaciones o bien están presas de una especie de  buenismo que resume el “yo no lo haría pero no debo meterme en lo que hacen los demás” o bien simplemente no llegan ni a plantearse el asunto.

Es de ese tercer grupo, del que todos nosotros en algún momento hemos salido con un paso al frente, y por eso estamos hoy aquí.
Quiero invitaros a que desde esta posición en la que habéis decidido enrolándonos….  miréis a vuestro alrededor, e invitéis a bajar a la arena, a mojarse,  a los que solo juegan a ser espectadores.

Tener en cuenta que Nada es tan eficaz como el silencio, lo que no se oye, lo que no tiene voz, por mínima que sea, acaba convirtiéndose en silencio y éste conduce al olvido.

Y es en ese sentido que puede decirse que,

El silencio social: cómplice y culpable del aborto

El campeón en la lucha contra la esclavitud Martin Luther King decía que
Nuestras vidas comienzan a terminarse el día que nos quedamos en silencio respecto a las cosas que importan.

Gandhi se lamentaba de que,

Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena.

Y  Elie Wiesel superviviente de los campos de concentración nazi clamaba que

El silencio estimula al verdugo.

La inquebrantable defensa de la vida del ser humano que desde siempre ha caracterizado a la Iglesia Católica y el hecho de que muchos de nosotros seamos creyentes…  les hace fácil a los abortistas intentar descalificarnos arguyendo que tratamos de imponer nuestra moral a toda la sociedad.

A este respecto os diré que no es necesaria la fe para saber que el concebido es un miembro de nuestra especie. Porque no es una cuestión de fe sino de conocimiento…    de saber que la ciencia lo afirma de forma categórica.

De chico me enseñaron en el catecismo una definición para la fe…. es creer aquello que no vemos. Pues bien, en esto si vemos, no estamos ciegos, la ciencia nos hace ver, nos enseña con su tecnología, quien habita dentro del vientre de la madre. Alguien dijo una vez que si las mujeres tuviesen el vientre de cristal no abortarían.

La fe para lo que me sirve es para creer que “ese ser humano” que la ciencia me muestra es, también, hijo de Dios y por tanto mi hermano. Y esa creencia no se impone a nadie, a lo sumo se propone.

El concebido, al que es imprescindible matar para poder terminar (que no interrumpir) antes de tiempo un embarazo, es un ser humano simplemente porque sus progenitores son seres humanos y en consecuencia le asisten los derechos debidos a todo miembro de la especie humana, y de forma especial el primero y principal derecho que es el de vivir.

Pero además es….
· Único porque es distinto de su padre y de su madre.
· Autónomo que vive en su madre pero no es su madre.
· Capaz de auto-desarrollarse sin más necesidades para llegar a plenitud que alimentarse y que no lo maten,
· Es perfectamente viable desde el momento de la concepción,  siempre que no se violente el medio en que le toca vivir en cada época de su vida.

Todo esto, como os decía antes, no porque haya que creérselo sino porque así lo afirma la ciencia y además de forma categórica.

Entonces, ¿qué razones tienen los que defienden el derecho a matar al ser concebido y no nacido?…..  Pues o no las saben contar o las quieren esconder por inconfesables    puesto que se contentan con insultar y manipular.    Yo os digo que las he buscado y solo he encontrado “manipulación de las palabras e insultos a los contrarios” y todo aderezado con demasiada ideología, fanatismo y especialmente mucho dinero que ganar.

No, no hay un solo abortista que mate de forma gratuita, ni caritativa ni por solidaridad.

No hay ONGs abortistas, ni de fecundaciones “in vitro” ni de investigación con células embrionarias.   Todo se resume en un gran negocio que mueve ingentes cantidades de dinero, de poder político o de encumbramiento científico a cualquier precio.

Yo veo a las leyes que pretenden regular el aborto como manipulaciones que buscan como fin último terminar por  convencer a la población de que existe una etapa más o menos temprana de su desarrollo en la que el ser humano “no es humano” y por tanto es lícito manipularlo.

Simples “células” que por, y solo por,  la fuerza de los votos en un parlamento son durante un determinado tiempo de su vida tan solo “algo”   con lo que se puede experimentar.

Desde luego convendréis conmigo que la fuerza de los votos no puede hacer que lo blanco sea negro. No me cabe la menor duda de que hay cosas y materias como el aborto, la tortura o la esclavitud que no deberían depender de mayorías parlamentarias.

En el día internacional contra la pena de muerte tenemos que gritar muy alto y muy claro que nadie tiene derecho a eliminar a ningún ser humano por muy pequeño que éste sea, que son demasiados 300, o 200, o 10 o simplemente uno concebido aunque no nacido.

Quiera Dios que veamos el final de esta pesadilla, y mientras tanto todos unidos seguiremos reclamando ante cualquier color político una ley que de forma efectiva proteja la vida de todo ser humano desde la concepción hasta su muerte natural".

Álvaro Dominguez Arranz