Ayer fue un día para no
olvidar. Queríamos ayudar y promocionar nuestra querida “Plataforma de Ayuda a
la Mujer Embarazada, de Jaén”.
El trabajo en apoyo a la
vida encuentra muchos obstáculos. Algunos tremendamente incómodos de sortear
por su indeterminación; porque resultan incompresibles por inesperados; porque
te rompen esquemas que inevitablemente asignamos a las personas que nos rodean,
dicho aquí sin ánimo crítico, solo para comprender el paisaje en el que estamos
insertados y en el que nos ha colocado el destino, aquel donde nos movemos y
vivimos.
Desde nuestra red local de
Derecho a Vivir de Jaén, tratamos de quebrar una conciencia social que acepta el
aborto como algo que inevitablemente deba de ser asumido en la cotidianidad más
inmediata; porque los talibanes de lo “políticamente correcto” se empeñan en gritarnos desde todos los medios
que “volver la cabeza y guardar silencio” cuando se eliminan cientos de miles
de seres indefensos, es un ejercicio de respeto, obligado, a las libertades de quienes
viven a costa del dolor y sufrimiento de las víctimas.
Porque nuestro discurso no
quiere ser vacío, colaboramos a dar vida a la Plataforma hace ya cuatro años,
sus frutos son nuestra particular forma de dar trigo, y por eso 60 historias
personales de vidas arrancadas a la oscuridad, nos enseñan que vale la pena seguir
por este camino.
Desde nuestra pequeñez nos
lanzamos a hacer algo grande, montar un acto de apoyo a nuestra Plataforma y,
por ende, a las embarazadas con problemas de nuestra provincia. Optamos por
organizar un concierto que cantara a la vida, que invitara a nuestros vecinos a
cantar y celebrar la vida con nosotros, a cambio de un donativo para apoyar la
labor de la Ayuda a las Embarazadas.
Los amigos que nos
acompañaban, de todas las edades, consiguieron agotar el aforo. Jesús Cabello,
el grupo Yoiré, y la vital juventud de las kairos lograron el milagro. El público entregado, vibraba
desde sus butacas los mensajes que fluían desde el escenario. Por momentos parecía
que el teatro iba a saltar por el aire... todo terminó fundido en un cantar,
bailar, palmear y disfrutar JUNTOS como si se hubiese hecho allí el cielo.
Desde la organización,
incrédulos de lo que estábamos viviendo, aprendimos que nuestra Plataforma de
Ayuda a la Mujer Embarazada resultó ser algo bueno, querido y valorado por
nuestros vecinos y amigos. Lamentamos tener que haber despedido a gente por
aforo agotado, disculparnos los que os tuvisteis que volveros sin entrar. También
nos acordamos y agradecemos a los que no pudieron disfrutarlo por mil y una
causas personales, pero que quisieron participar desde la compra de la “fila
cero”.
Dentro de unos días, será el
momento de una crónica más analítica de resultados y frutos de un evento como
este, donde entre otras cosas hemos recogido 59 encuestas, de amigos asistentes,
donde nos cuentan sus opiniones sobre el acto y sus fines, y muchos se ofrecen
desde ellas a colaborar con la causa.
Hoy toca dar cuenta de la
parte humana, de los sentimientos y emociones que vivimos juntos ayer.
Gracias a todos los que trabajasteis
por hacerlo posible.