Hoy os traigo una bella historia de amor. Una madre
que por un “mal entendido” amor hacia una hija que ya tiene…
Cree necesario deshacerse de la que llega de camino inopinadamente,
y lo intenta…
Pero la naturaleza le da una segunda oportunidad: le regala
la excepción de ser “una de las 14 / 1.000”, y la historia termina como debe
ser con una invitación "al camino de la superación” a la verdadera "vocación" del ser humano.
Espero que os guste.
Sofía Del Sante D.
Una joven madre se culpa por fallido aborto que ahora
amenaza la salud de su hija
Shannon Skinner decidió realizarse un aborto a las ocho semanas de su
segundo embarazo, de alto riesgo para su salud. El procedimiento falló y hoy
ella lo agradece: “Siempre me arrepentiré del aborto, pero nunca de haber
tenido a Amelia”
Shannon quedó embarazada a los 17 años. Pocos meses
después del nacimiento de su primera hija Lacey, se enteró de que nuevamente
esperaba un bebe. Debido a las complicaciones del primer embarazo y los riesgos
de un segundo en un periodo tan corto de tiempo, ella y su novio Anthony, de 24
años, decidieron abortar. Hoy la joven pareja de Bristol, Reino Unido, agradece
que Amelia haya sobrevivido pero vive con la incertidumbre de si el
procedimiento afectó a la salud de su hija.
Cuatro meses después de haber dado a luz a Lacey en un
parto traumático, que implicó rotura de órganos internos, Shannon se dio cuenta
que estaba embarazada. La joven aún no se recuperaba del primer parto y los
doctores le recomendaron abortar ya que había un alto riesgo de hemorragia.
“Cuando me di
cuenta de que estaba embarazada de Amelia, mi primer instinto fue tenerla, pero
después me puse a pensar en Lacey y lo injusto que sería para ella si algo me
pasaba y ella se quedaba sola o yo no podía estar ahí para cuidarla”, comenta
Shannon, según publica el Daily Mail.
A los dos meses de embarazo, Shannon se realizó un aborto
a través de píldoras. “Como solo tenía ocho semanas, me dije a mi misma que
todavía no era un bebe y que sería lo mismo que un aborto involuntario”.
Mientras esperaban ser atendidos en la sala de espera del hospital, Anthony
dijo a Shannon que la apoyaría sin importar la decisión. “Ahora deseo haberme
ido en ese momento. No paraba de llorar pero la idea de dejar a Lacey sin madre
me hizo seguir con el aborto”, señala la joven.
Semanas después de realizado el procedimiento, Shannon
continuaba con los malestares del embarazo, sin embargo pensó que podrían ser
una consecuencia de la intervención. Luego de sentir movimientos en su
estómago, se realizó una prueba de embarazo que resultó positiva. Un escáner de
emergencia tres semanas después del aborto confirmó que este había fallado, lo
que ocurre en una tasa de 14 veces por cada 1.000 abortos con píldoras.
“Me estaba
volviendo loca, me preocupaba que las píldoras hubiesen afectado al bebé, pero
no fue hasta que vi el escáner en 3D de my hija en Nochebuena que me enamoré de
ella. Una vez que vi su rostro, todo fue diferente”.
Pero nada sería fácil para Shannon y Anthony. A las 20
semanas de embarazo tuvieron que enfrentar un nuevo dilema. Los doctores les
dijeron que las drogas administradas para el aborto habían producido un alto
riesgo de defectos de nacimiento, incluyendo deformidades en las extremidades,
el cráneo o el sistema nervioso central, y les recomendaron realizar un aborto
quirúrgico.
“Mi hija realmente debe
haber querido estar aquí”
“El ver la cara de
tu hija y que te digan que aún así puedes realizarte un aborto… ¿Cómo puedes?”,
se pregunta Shannon. “Hubiese significado entrar en trabajo de parto y dar a
luz a un bebe muerto. Yo sabía que no podía pasar por eso y no tener nada al final”.
“Para sobrevivir al primer aborto, mi hija realmente debe haber querido estar
aquí y yo no podía seguir con el aborto terapéutico. No me importaba si nacía
sana o no”, agrega.
Luego de un embarazo riesgoso que implicó varios días de
hospital, anemia y diversas complicaciones. El 1 de mayo nació Amelia. Hasta el
momento Amelia parece perfecta, pero deben pasar cuatro años para que los
doctores puedan establecer si las drogas que Shannon tomó para el aborto
generaron daños a largo plazo. “Si hay problemas (con Amelia) de los que todavía no estamos
enterados, eso no va a cambiar nuestro amor por ella”, señala Shannon.
Por ahora la joven pareja está decidida en criar a sus
dos hijas de la mejor manera posible. Y respecto del futuro, solo les queda
rezar para que el aborto no haya tenido efectos en Amelia. “Si es que se descubre que hay algo malo con ella, siempre me arrepentiré de haber aceptado ese aborto”.
Fuente: http://www.forumlibertas.com/frontend/forumlibertas/noticia.php?id_noticia=30066&id_seccion=24
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