Hoy se celebra el Día Internacional
de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y no he podido evitar
recordar una entrada publicada en febrero donde argumentaba que el aborto y de forma
especial la legislación abortista, las más de las veces, aunque se venda como una liberación, en la práctica
se comporta como «una ruleta endemoniada
en la que siempre pierde la mujer».
Invito
al lector a asomarse al post que titulaba El aborto será
legal pero es tremendamente injusto y comprobar como una ley injusta puede ser
generadora de violencia y convertirse en eficaz pretexto que «da
al hombre un nuevo medio para obtener lo que quiera. En los países en
desarrollo, donde a menudo la mujer tiene una mayor dependencia del hombre,
donde culturalmente se vive “un cierto machismo” la legalización del aborto
coloca a las mujeres en una posición de inferioridad al dar a los hombres una
nueva excusa para manipularlas como “objetos sexuales” ».