domingo, 23 de febrero de 2014

El taimado sesgo de Amnistía Internacional


Hace ya unos cuantos días, el 25 agosto del 2013, hube de lamentarme en este blog por la insensibilidad de Amnistía internacional para con “todas” las victimas que acumula la práctica de abortos. Y me da igual legales que clandestinos, los condeno por igual pese a que los legales, además, me sonrojan.
En aquella ocasión se le perdieron 500.000 víctimas en una muestra fotográfica reivindicativa. Y ahora hace como que no ve la monstruosidad que suponen “más de" 100.000 víctimas abortadas cada año en España. Y es que, tal parece, a la vista de la noticia que ha saltado a los medios en relación a la exigencia que hacen al gobierno de España para que retire en anteproyecto de ley que pretende modificar la actual regulación del aborto en base a garantizar la protección de la Vida del Concebido y de los Derechos de la Mujer Embarazada.
Tal recomendación puede ser vista y analizada por el lector en la fuente original, la propia web de Amnistía: El Anteproyecto de ley que restringe el aborto debe ser retirado porque pone en riesgo la salud y la vida de mujeres y niñas .
De la muchas citas que utiliza sesgadamente (jugando con las palabras) de Organiza-ciones internacionales, se “le ha caído” también la que define lo que son los derechos humanos, así como la que nos habla de la especial naturaleza  que tiene el derecho a la vida, sin el cual los demás derechos son baldíos.
“Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra condición. Todos tenemos los mismos derechos humanos, sin discriminación alguna. Estos derechos son interrelacionados, interdependientes e indivisibles.”

Tal como yo lo entiendo, no cabe subjetividad alguna al término “inherente” que se utiliza para la definición. Al utilizarlo está queriendo dejar muy claro que tales derechos son “consustanciales”, que le asisten al ser humano mientras “sea”, o lo que es lo mismo desde que llega a la vida (zigoto humano) hasta que deja de “ser” porque le atrapa la muerte. La ciencia dice que “es” desde la concepción.
El Alto comisionado para los Derechos Humanos, nos relata en el primero de los logros conseguidos, tras veinte años desde su fundación (1993 – 2013) que:
« El goce  de todos los derechos humanos forma una apretada red. El disfrute de un derecho contribuye al adelanto de los demás. Igualmente, la privación de uno de ellos influye negativamente en el resto.
...
Los derechos civiles y políticos incluyen el derecho a la vida, la libertad y la seguridad personal, la libertad de no estar sometido a esclavitud, tortura... »
Es verdaderamente escandaloso que Amnistía Internacional se alinee con los que niegan la evidencia de que no es posible terminar un embarazo mediante aborto sin una muerte previa de la vida que habita en la madre. Siempre ocultado por el expeditivo procedimiento de que “lo no mentado no existe”
Amnistía Internacional no debería ignorar que los métodos para abortar, disponibles hoy día, al final resultan ser una cruel tortura hasta la muerte del ser que habita el vientre de su madre.
El gran pensador Henry Thoreau (1817 - 1862), que hizo de su vida una lucha continua frente a los esclavistas, advertía que: "no toda ley es justa"; que hay leyes que atentan contra el derecho de las personas y los pueblos, y que deben ser resistidas hasta su total abolición. Consideraba que todo ciudadano, consciente de su responsabilidad, tiene el derecho de oponerse a las injusticias aun a costa de asumir las consecuencias de desobedecer tales leyes injustas.
En sintonía con Thoreau, debemos oponernos radicalmente y frontalmente a toda ley que pretenda legitimar la muerte de cualquier ser humano.
Termino con una cita de J. Noonan, en el libro New perspectives on human abortion  (Nuevas perspectivas sobre el aborto en los seres humanos ) / editado por Thomas W. Hilgers, Dennis J. Horan, David Mall; ISBN: 0890933790 .
… «"Independientemente del método utilizado, los niños están sufriendo el peor de los males corporales, el final de sus vidas. Están pasando por la agonía mortal. A pesar de su precaria existencia, de sus limitadas capacidades cognitivas y de sus rudimentarias sensaciones, están experimentando la desintegración de su ser y la terminación de sus capacidades vitales. Esta experiencia en sí es dolorosa".
»No hay leyes que regulen el sufrimiento de los abortados, aunque sí las hay para mitigar el dolor de los animales...   Es un signo, no de error o debilidad, sino de compasión cristiana el amar a los animales.  ¿Podrán aquellos que se sienten conmovidos por la ballena arponeada, sentir compasión por el niño impregnado de solución salina...?  Todo nuestro conocimiento del dolor ajeno es por empatía, pues no sentimos el dolor de otros. Es por eso que el dolor ajeno es tan tolerable para nosotros. Pero si nos identificamos con los que sufren, ¿podremos sentir algo de lo intolerable?»
 

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