Jesús Poveda es, además de
médico y unas cuantas (muchas) cosas más, un líder y un maestro de activistas provida,
incluso para algunos como yo que ni siquiera le conoce personalmente. Su biografía habla por él, ha sabido hacer cierto aquello de que obras son amores y no buenas razones. Por eso sus opiniones nos parecen válidas e importantes.
Hoy he dado con una
entrevista que le hace Jordi
Picazo / ReL en ReligiónenLibertad y de la que os traigo un
extracto. Todo se le entiende porque: habla claro, “muy clarito".
Usted, como psiquiatra, ¿qué piensa de la justificación del
"riesgo para la salud psíquica" para abortar?
- Padecer una sintomatología no te convierte en un
enfermo psiquiátrico. Es como si una persona tiene fiebre y le llaman “el
febril”. La reforma del aborto en España ahora revisa los trágicos treinta años
pasados. Todos sabemos -especialmente los que estamos en el ámbito de la
psicología y de la psiquiatría- que el
gran coladero para los abortos ha sido precisamente el aborto por salud mental.
El ministro Alberto Ruiz Gallardón en su legislación dice: “seamos estrictos
porque aquí está habiendo un gran coladero.” Me parece lógico porque el embarazo no es una enfermedad y menos una
enfermedad mental.
Respecto a los políticos y sus patologías basta ver libros de historia: ha
habido muchas megalomanías, muchas personas con complejo de inferioridad...
¿Por qué en la prensa en España y en su debate público hay tanto
apoyo al aborto?
- Una cosa es lo
que se llama la opinión pública y otra la opinión publicada. Hay unos
intereses en la opinión publicada. Que en El País haya un día sí y otro también
algo ridiculizando a la Iglesia por defender el tema del aborto forma parte de
la ideología de ese medio de comunicación. Me parece que las redes sociales se ajustan mucho más a la
realidad social. En 15 días en España se han recogido 220.000 firmas
pidiendo al rey de Bélgica que emule a su tío y que no firme la ley de la
eutanasia infantil. Eso es opinión pública, aunque no salga publicada.
¿Cómo ve las ayudas a embarazadas y madres en España?
- No hay apenas ayudas. En la España de 2014 una mujer embarazada que lleva a término su
embarazo es una heroína. Y ser padre de esa mujer es ser un superhéroe.
Ahora mismo ser padre es una heroicidad y ser abuelo es una súper heroicidad.
Tenemos deudas, nos pesa más el pasado que el futuro, pero un hijo, una
embarazada, son el futuro. Hay que dar mucha más ayuda a las mujeres, no
necesariamente económica sino social: facilitar
los transportes, facilitar la educación, facilitar la alimentación… Hoy
no hay una red asistencial a las mujeres, algo que es absolutamente necesario. Incluso con la ayuda de Zapatero de unos
euros para la embarazada hubo un repunte demográfico; o incluso con el
coste de los pisos se está viendo ahora que ha habido una bajada demográfica.
Vemos que todo conecta: ¿cómo no va a conectar ese ecosistema tan delicado que
es el de la mujer embarazada?
¿Cómo ve usted la reforma del aborto del ministro Gallardón?
- Veo tres cosas
correctas en ella.
· La primera: que no presenta el aborto como un derecho.
Un aborto es un delito.
· La segunda: que ve que la víctima no solamente es el
abortado sino también la mujer. Llevo 30 años ayudando a mujeres
embarazadas y me consta que muchas de las mujeres que han abortado tienen,
además del problema de la intervención en sí, el problema de que ellas saben
que han hecho eso, que recae sobre su conciencia y sobre su biografía.
· La tercera cosa: da derechos al no-nacido, algo que ya pedía
el Tribunal Constitucional. Un problema de la ley Gallardón es que se
ha hecho sin los médicos que estamos en el día a día con las mujeres. En Texas
es obligatorio escuchar el latido fetal y ver la ecografía fetal. Solo eso ya
ha disminuido el número de abortos. El conocimiento de las cosas te hace más
libre.
¿Alguna otra ventaja de esta reforma?
- Ya ha conseguido algo que nadie tenía previsto: sólo el hecho de que haya un borrador de ley
ya ha disminuido el número de abortos en España. A mí me parece
significativo que hace un mes hicieran un ERE en el establecimiento abortista
más importante en España, que es la
clínica DATOR, donde han tenido que reducir la plantilla. Cuando se
habla del aborto se hacen menos abortos.
¿Veremos legislado el aborto post parto? Ya se mata a los bebés que
sobreviven a un aborto...
- El aborto post parto, en el tercer trimestre, es muy
polémico. En muchas ocasiones tiene que haber una rotura a nivel cervical para
extraer las piezas del feto. También se hacen abortos por cesárea, lo que es
mucho más duro. No es que lo saques muerto después de haberle troceado, sino
que lo que haces es que lo sacas vivo
y después lo ahogas. ¡Son como distintas habitaciones de la misma
cámara de los horrores!
¿La defensa de la vida es cosa exclusiva de católicos o de derechas?
- Nada más cruzar los Pirineos te encuentras con Marion
Le Pen, política del Frente Nacional, que es totalmente partidaria del aborto.
No veo que tenga que ver mucho con la derecha o con la izquierda. Hay muchas
personas relacionados con movimientos ecologistas que defienden la vida del
no-nacido. Se asocia a la Iglesia Católica porque uno de sus valores es la vida
del concebido y no-nacido. Si la Iglesia aceptara el aborto tendría que quitar
la fiesta de la Inmaculada Concepción (¿qué es eso de la concepción?), la
Encarnación, (¿qué es eso de llamarse Encarna?), san Ramón Nonato, la
Visitación, donde San Juan se mueve porque está Jesús en el vientre de María
que viene a visitar a Isabel... Así que para la Iglesia Católica el no-nacido
ocupa un papel muy importante. Pero no es solo una cosa de católicos.
¿La defensa de la vida es una verdad objetiva?
- La verdad es la adecuación entre el conocimiento y la
realidad. Hoy la ignorancia no sólo es atrevida sino que incluso es estimulada.
Me río mucho cuando la gente dice que no hay verdades absolutas. Dicen algo
absolutamente estúpido: que solamente su verdad no absoluta es verdadera. La
verdad es lo que realmente te hace libre.
¿Está la ONU luchando contra la vida y la familia?
- Sí, pero es mucho más sutil. En el año 94 tuve la
suerte de estar en el Congreso de Cooperación y Desarrollo que se organizó en
El Cairo. El subtitular era: “que no nos pueblen y que no se desarrollen”. Como
familia valía todo: hasta un hombre con un animal. El aborto era un método más
de control de la natalidad. Ya en ese congreso se vio que la ONU apuntaba
maneras. Había una reunión para preparar el siguiente congreso, el de Pekín, y
fui expulsado de ella ¡por el hecho de ser hombre!
[leer entrevista
completa en http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=34487
]
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