Desde
Profesionales
por la Ética, me hacen llegar un mail muy importante, con el ruego de
firmar y darle difusión; … es por ello, que, de mil amores, paso a
participaros de él.
Empieza así
Queridos
amigos y colaboradores,
Como
sabéis Profesionales por la Ética es miembro fundador de la plataforma
internacional Women of the World, y como tal, nos unimos a todas sus
iniciativas.
En
este caso, se trata de 10 Propuestas
Políticas que se han enviado a
políticos y representantes en las instituciones internacionales.
Es
un documento muy sencillo, fácil de leer y lleno de sentido común. Podéis
leerlo aquí si tenéis
tiempo.
Después,
y para asegurarse de que las propuestas llegaban a los políticos de todos los
partidos, se volcaron en una Carta de una Madre a sus Políticos. Os la copio al final del correo.
Desde
Women of the World se han lazado a
abrir la carta a las firmas individuales para que esa carta, esas
propuestas políticas no sean sólo las de un puñado de mujeres, sino las de
personas concretas de todo el mundo: madres, padres,
abuelos, hijos, hermanos……y llevarán las firmas a los políticos a
quienes les presenten esas 10 Propuestas. Se trata de levantar la voz y reivindicar la feminidad, la maternidad y
la verdadera conciliación, ésa que permite a las madres estar con sus hijos. Como sabéis la ideología de género ya
se ha colado en todas partes y esa ideología aleja a las madres de sus hijos
y los hijos de las madres en pro una falsa y dañina igualdad.
Este
es el enlace para firmar y sumarse:
Y
si os parece bien, pues como siempre, difundidlo entre vuestros contactos
y a través de las redes sociales.
Muchas
gracias por echarnos una mano a reconstruir nuestra sociedad.
Un abrazo,
|
CARTA DE
UNA MADRE A SUS POLÍTICOS
Querido legislador,
querido político,
Soy
mujer y soy madre. Y tengo mucho que decirle.
He
trabajado muchos años fuera de casa y ahora me dedico al 100% a mi familia.
Desde que empecé a trabajar notaba que la incorporación de la mujer al mundo
laboral se había hecho siguiendo un modelo masculino y eso no nos ha traído
más que complicaciones y problemas a las mujeres, a la sociedad y a las
familias. Me explico:
-
Cuando empecé a trabajar fuera de casa, quería desarrollar mi trabajo como
mujer, aportando mi ser femenino y características propias para sumarlas a
las de los hombres que trabajaban conmigo, pero mi sensación es que lo que se
esperaba de mí era que fuese “igual que los hombres”, haciendo de menos lo
que mi feminidad aportaba como diferencia respecto del hombre, ¡¡¡todos
cortados por el mismo patrón perdiendo la mitad del potencial !!!
-
Y cuando fui madre, me vi teniendo que pasar malos ratos para decir que
estaba embarazada o cualquier otra cosa relativa al embarazo o los niños (por
cierto, fui la única de toda la empresa que no tuvo contrato indefinido
porque había pedido reducción de jornada). No tiene sentido que tengamos que
andar disimulando o haciendo como si los hijos fuesen invisibles o como si
nos los tuviésemos cuando la maternidad nos da un potencial y unas
características que son ¡¡¡oro puro
para el desarrollo de nuestra profesión !!!
Y
es que, seamos sinceros, las mujeres en occidente son discriminadas,
no tanto por el hecho de ser mujeres, sino por ser madres.
Pero
yo no veo que sea muy complicado el asunto, sólo hace falta rehacer
el modelo y adaptar el mundo laboral a la realidad, o sea, a la
naturaleza humana y a la vida misma.
Tengan
en cuenta, señores, que la sociedad necesita hijos felices, seguros
de sí mismos y con un entorno familiar adecuado. Y para eso las madres
somos la pieza clave, las cosas como son.
Las
madres que trabajan fuera de casa necesitan una flexibilidad de
horario real sin discriminación de ningún tipo. Es muy sencillo, se trata
de reducir o adaptar la jornada laboral para cuidar nosotras a nuestros
hijos ¡no se empeñen en alargar
las jornadas escolares para que sean otros quienes les cuiden!
Se
me ocurre que otra opción es darle cancha al emprendimiento laboral y
empresarial desde el hogar con incentivos y esas cosas; al trabajo desde casa, al menos en
alguna fracción de la jornada laboral; y el apoyo a las contrataciones a
tiempo parcial con ventajas fiscales de manera que no supongan un
perjuicio para las empresas o sino nunca serán una realidad.
Pero
no todas las madres queremos, o podemos, trabajar fuera de casa. Muchas
elegimos quedarnos en casa y dedicarnos al 100% a nuestra familia. Pero
por algún motivo este plan no les convence a algunos, y han conseguido que
esta opción esté denigrada condenando a la muerte social a las que,
como yo, elegimos quedarnos en casa. Pero es que resulta que a mí me
gusta estar con mis hijos, de hecho es lo que más me gusta, y a ellos les
gusta que yo esté siempre ahí.
Para
paliar un poco esta discriminación y estrechez de miras, propongo que se
considere el tratamiento del término “dedicación exclusiva a la
familia” como categoría laboral. Eso implicaría, por ejemplo,
salario indirecto a través de subvenciones y prestaciones, jubilación, baja
por enfermedad y maternidad….porque las madres que no trabajamos fuera de
casa también somos humanas y nos ponemos malas o tenemos problemas en los
embarazos y esas cosas…y entonces necesitamos ayuda de fuera.
Y,
por cierto, sería necesaria también una mejora sustancial de la pensión de
viudedad para las madres con dedicación prioritaria o exclusiva a la
familia. En esto casos creo que es evidente que el apoyo por parte de la sociedad
y de los gobiernos ha de ser aún mayor que en el resto de casos.
Y
cuando los hijos crecen y entonces las madres quieren reincorporarse al
trabajo tras unos años de dedicación exclusiva a la familia, se da la
situación típica en la que no hay forma de encontrar trabajo “por falta de
experiencia” o por “largo período de inactividad” (inactivi….que???!!!). Pues ahí vuelve a hacer falta el apoyo
estatal para dar ventajas fiscales a las empresas que contraten a esas
mujeres. Y, desde luego, con bonus especial para los casos de
contratación de las madres solteras, viudas y separadas.
En
definitiva, que vivimos en una sociedad que discrimina la maternidad, la
esconde, la rechaza. Pero esa misma sociedad necesita de sus madres y sus
hijos y tiene que cuidarles, no queda otra.
Señor
legislador, señor político, haga lo que esté en su mano para evitar políticas
sociales e ideológicas que no respeten la identidad femenina o discriminen la
maternidad.
Atentamente,
Leonor Tamayo
|
Puedes
sumarte a la carta pinchando aquí:
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