Hay ocasiones en las que
debería ser delito "callarse", y una de ellas es presenciar el abuso y
manipulación de seres indefensos usados como munición para inconfesables
guerras particulares.
Se trata en este caso, del
asunto de la violación de una niña paraguaya, que resultó embarazada, y que saltó a
los medios allá por mayo de este año. Para no extenderme mucho, invito al
lector que no haya seguido este “al caso”, la lectura de una crónica más o menos global en http://alianzaprovida.org/nina-paraguaya-de-11-anos-que-ai-uso-para-promover-el-aborto-se-encuentra-bien-de-salud-luego-del-parto/.
Este caso es paradigmático de lo que resulta bueno hacer, o no hacer,
cuando una niña es abusada y violada sistemáticamente, y no se presume otra
forma mejor, de salir de ese círculo de violencia, que visualizar su embarazo, para
que por la “vía de los hechos” quede denunciado su agresor y ella encuentre una
salida.
Y como creo que no debo callarme, aprovecho el artículo/noticia de la
propia página de Amnistía Internacional que transcribo comentando en color rojo lo que me va sugiriendo cada párrafo.
(13-08-15)
Niña de 11 años, víctima de
violación, da a luz mientras Paraguay mantiene una estricta ley antiaborto
La información de que una
niña de 11 años que resultó embarazada tras ser violada en repetidas
ocasiones, aparentemente por su padrastro, ha dado a luz hoy, son un trágico
recordatorio de la necesidad urgente de que Paraguay revoque su estricta
ley anti-aborto, dijo Amnistía Internacional.
No Sra. su tiro no
va dirigido a la diana correcta; la necesidad urgente es de que Paraguay
endurezca las penas aplicables a alimañas capaces de violar y abusar de una
niña (o de cualquier mujer) hasta tal grado que tengan verdadero efecto disuasorio.
“Nos complace saber que tanto
‘Mainumby’ como la recién nacida están en buena salud pero ‘Mainumby’
tiene suerte de estar viva. Solo el tiempo dirá la extensión de las
consecuencias físicas y psicológicas de su terrible experiencia,” dijo Erika
Guevara-Rosas, Directora para las Américas de Amnistía Internacional.
¡No se quede corta!
Verdaderamente (y lo celebramos) tienen
suerte de estar vivas la mami y su hija recién nacida. Pero una suerte que no fue
“por azar”, su suerte (especialmente de la recién nacida) viene
trayendo causa de que la presión descomunal de su organización, junto a otras,
NO CONSIGUIÓ SU FIN.
Por lo que respecta a (¿su
preocupación?) por las consecuencias
físicas y psicológicas de su terrible experiencia [de violación y abuso],
necesitarán tiempo, y mucha ayuda, para superarse; AUNQUE MENOS QUE si tuviese
que haber sumado el dolor de sentirse responsable de haber abortado a la
criatura [expresamente buscado por AI y otras].
“El hecho de que ‘Mainumby’ no ha muerto no
es una excusa para las violaciones a los derechos humanos que ha sufrido a
manos de las autoridades Paraguayas, que decidieron jugar con su salud,
vida e integridad a pesar de la enorme evidencia de que su embarazo era
extremadamente ariesgado y a pesar de que es una niña víctima de violación.”
¡Qué insufrible contumacia de
errar!
La violación de sus derechos y de todo su
ser, estuvieron (en exclusiva) a manos su violador. En las manos de
las autoridades Paraguayas estuvo su opción real (como así resultó) de
salvar su vida y la de su hija, a pesar de la presión nauseabunda que
se ejerció (sobre el gobierno, la mamita y su madre) por parte de quienes,
carentes de todo escrúpulo, quisieron utilizar “el caso” como ariete para su “hoja
de ruta abortista”.
“La trágica historia de esta niña ilustra lo
que está mal en cuanto a los derechos humanos de mujeres y niñas pobres y
marginalizadas en Paraguay. Desde el hecho de que las quejas de su madre
fueron ignoradas por semanas hasta la negación del tratamiento para proteger
su vida. Es pavoroso que su historia continuará repitiéndose a no ser que
Paraguay haga más para proteger a las víctimas de violencia sexual,
despenalice el aborto y garantice la disponibilidad de anticonceptivos
modernos y acceso a información sobre derechos sexuales y reproductivos.”
¡Qué insufrible contumacia de manipular
para arrimar el “ascua a su sardina”!
Ciertamente, “La trágica historia
de esta niña ilustra lo que está mal en cuanto a los derechos humanos de
mujeres y niñas pobres y marginalizadas [y bebitos pendientes de llegar] en
Paraguay”. Pero no en el sentido que
interesadamente manipulan a su favor… la historia continuará repitiéndose
mientras persista “la necesidad urgente de que en Paraguay [como en cualquier otra nación]se
endurezcan las penas aplicables, a las alimañas capaces de violar y abusar de
una niña (o de cualquier mujer), hasta un grado tal que tengan verdadero efecto
disuasorio.
“Esta niña ya ha sufrido demasiado por el
abuso sexual al que fue sometida y el embarazo que fue resultado de la
violación. Las autoridades en Paraguay deben asegurarse que tenga acceso a
todos los servicios de salud que necesite y que pueda continuar con su
educación y que su familia inmediata reciba todo el apoyo psicológico,
económico y social que necesiten, según lo deseen.”
La actuación a lo largo de este
caso, de las autoridades de Paraguay hacen “presumir” que los cuidados de
todo tipo que vengan derivados de la labor hasta ahora ejercida, estarán
disponibles para la mami y su bebita. Y en todo caso, si no ocurriera, se los
demandaríamos.
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Lo cierto y verdad es que un
aborto no resuelve el trauma de una violación que se sigue de embarazo; de la
misma manera que una buena ducha, o desinfección, nada resuelve en el caso de
un abuso/violación no seguido de embarazo.
Nada CLAMAN los abortistas
contra el endurecimiento de penas para los abusadores/violadores, porque están cegados para ver los
derechos reales de los seres humanos, el primero de los cuales es que
sea salvaguardada su vida y su dignidad.
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