viernes, 7 de marzo de 2014

¿Quién define los días, meses o años que significan vida?


Este post quiere ser una reflexión a propósito del testimonio que he leído en fórum Libertas que retoma (publicado en 20 de noviembre de 2013) el relato de una madre a la que le diagnosticaron que su hijo era “incompatible con la vida” y que a pesar de toda la presión sufrida que se trasluce en su relato, no abdica de ser madre y de no restarle a su hijo ni un segundo de su vida.
El testimonio es un grito
«...un “¿Quééééééé?” como de aquí a China,...»
Que enfrenta Humanidad a “utilitarismo hedonista”
   «... “Lo más sensato sería interrumpir el embarazo” -dice el doctor-. “¿Abortar?” -le digo yo-. “Bueno, al ser incompatible con la vida preferimos decir mejor la palabra ‘interrumpir’” -me dijo el doctor-. “¿Abortar?” -volví a decir yo que todavía no me creía la conversación que estábamos teniendo desde que entramos a esa consulta, cuando esperaba salir de allí con una sonrisa dibujada en mi cara-. “De alguna manera sí, es eso” -me dijo el doctor-.»
Leerlo completo te hace pensar que vale la pena volver a creer en “El Ser Humano”, no le sobra ni una coma, aconsejo al lector que no se lo pierda; pero yo, ahora y aquí, invito a reflexionar sobre el análisis que la madre hace, tras despedir al hijo, de lo que le ha sucedido, de lo que denuncia acerca del trasfondo de la “frasecita”  
«...“Tu hijo es incompatible con la vida” -decía el doctor-. “¿Quééééééé?” -decía yo-.
Esa frase seguía en mi cabeza desde la semana 22.
Mi hijo no fue nunca incompatible con la vida. Nunca. ¿Quién define “vida”?. Mi hijo vivió 9 meses dentro de mí y 60 minutos apoyado en mi pecho acompañado de su madre y de su padre. ¿Acaso eso no es vida? Hay mariposas que viven 4 minutos y eso es toda una vida para ellas. Otras viven años. Y también es vida.
¿Acaso es incompatible con la vida un niño que por desgracia fallece a los 4 años o un joven que fallece con 16 años? ¿Es incompatible con la vida un padre al que con 50 años le detectan una enfermedad terminal? ¿Son todos esos casos que no llegan a 70-80 años incompatibles con la vida? ¿Quién define los días, meses o años que significan vida?...»
Son tiempos difíciles para escapar del poder de los guardianes de las “esencias de lo políticamente correcto”,  de los alquimistas del pensamiento único, de los dispensadores de credenciales de “calidades democráticas”. Pero no es imposible; mirar, si no, a Silvia que solo necesitó una cabeza bien amueblada y un instinto maternal envidiable para darle a su hijo algo tan grande como casi seis meses más de vida  al “renegar del dictado/sentencia” que le ofrecía el sistema.
Termino con sus propias palabras finales, porque se trata de reflexionar sobre lo que dicen y denuncian, y porque no se puede decir mejor
«.....Te dicen que tu hermano, tu padre, tu hijo, o el hijo del vecino (porque siempre las cosas les pasa a los demás hasta que te tocan), tiene cáncer, o esclerosis múltiple o cualquier otra enfermedad, porque enfermedades por desgracia hay muchas, y te dicen que ya no se puede hacer nada. ¿Por qué no te dicen que tu hermano, tu padre, tu hijo, o el hijo del vecino es “incompatible con la vida”? ¿Por qué no te ofrecen llevarlo al hospital al día siguiente, (porque cuanto antes mejor), no vaya a ser que los familiares sufran de salud mental? Así como me decían a mi “pueden olvidarse de todo cuanto antes y seguir con su vida”. Pero no. Curiosamente en estos casos, te enseñan a aceptar, después aprendes a llevarlo si eres el enfermo y a acompañar si eres el familiar o amigo y, por consiguiente, aprendes a despedirlo. Y hasta que todo sucede, aprendes a disfrutar los momentos que regala la vida junto a esa persona, y sonríes y eres feliz. Porque sí se sonríe y sí se puede ser feliz, creedme. Y cuando todo ha terminado, porque el día siempre llega, aunque cansado, tienes una alegría y el alma llena, por haber acompañado a alguien, por haberle hecho feliz, por haber estado a su lado, y por muchos momentos regalados.
¿Qué más puedo decir?
Hace tres meses, en noviembre nació mi angelito.
Hoy, soy feliz.»
¡Enhorabuena Silvia!... ¡Gracias por existir!..., y un beso para tu angelito donde quiera que esté.

Leer el artículo testimonio completo en:
http://www.forumlibertas.com/frontend/forumlibertas/noticia.php?id_noticia=29054&id_seccion=11

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es decir, que Silvia pudo decidir qué opción tomar ante una situación difícil. No estaría bien que todas las mujeres tuviesen ese derecho?. Puede ser admirable su decisón, pero no por eso se debe imponer a todo el mundo en todas las ocasiones...

Alvaro Domínguez Arranz dijo...

No yerres el tiro Anónimo...
Todos, Silvia incluida por supuesto, pueden optar por "ayudar o no" a quien se encuentren en el camino de la vida y necesite ayuda.
Pero nadie, ni Silvia tampoco, tiene la opción de eliminar (matar) a quien se cruza en su camino por muy dificil que sea la situación.
Los Estados deben velar por, y ser garantes de, el derecho a la vida de TODOS.

Anónimo dijo...

Desde luego no hay nada más exclusivo de la mujer que su posibilidad de ser madre. Precisamente hoy debemos defender lo que nos es propio.
Maruja Lilian