sábado, 30 de enero de 2016

La pregunta mas imortante acerca del Aborto



5 sólidos argumentos que justifican por qué el aborto no puede ser llamado un acto moral

El tema del aborto es recurrente en nuestras sociedades. Es importante tratar de adquirir la mayor cantidad de información posible para que podamos tener una opinión bien formada y sustentada en cuanto a este y otros temas que nos incumben, particularmente como cristianos.

El vídeo que les mostramos a continuación nos ayuda precisamente a eso, a informarnos y a tratar de evaluar el aborto desde una postura desapasionada y netamente lógica. Cabe señalar que esta es una iniciativa de Prager University, una plataforma online (sin fines de lucro) que ofrece vídeos de educación superior con la particularidad de que éstos no duran más de 5 minutos. Fue fundada por Dennis Prager, un judío neoyorquino de 67 años, respetado comunicador social, escritor y líder de opinión.






No voy a entrar en mayor detalle acerca de este vídeo puesto que simplemente se explica solo. Basta mencionar que en una forma ágil y razonada, nos presenta 5 argumentos que justifican por qué el aborto no puede ser llamado un acto moral. Esto se nos hace más relevante si consideramos que la gran mayoría de abortos se dan en casos donde mujeres saludables matan a bebés saludables porque resultan inconvenientes en ese momento de sus vidas.

Aquellos que dicen luchar por el derecho al aborto so-pretexto de defender el derecho de la mujer, deberían fijarse en la causa raíz: mujeres sin el respaldo económico, psicológico o social para hacerse cargo de sus hijos. Solo puedo imaginar lo duro y doloroso que debe ser verse tomando la decisión de abortar, no creo que ninguna mujer lo disfrute. La mayoría de mujeres que toman esa decisión se ven de alguna forma forzadas a hacerlo, ya sea por miedo, falta de recursos, etc.

Nuestras sociedades y nosotros como ciudadanos tenemos la obligación de defender la vida, de hablar por aquellos que no tienen voz y al mismo tiempo debemos instar a nuestras autoridades a que, en lugar de condenar a ciudadanos y ciudadanas a la muerte, se concentren en ofrecer educación y ayuda positiva a mujeres gestantes, tal como es el caso de tantos centros provida.

Para terminar, quisiera recordar lo importante que es para nuestra sociedad el que seamos ciudadanos atentos a nuestra realidad, comprometidos con lo que sucede a nuestro alrededor y que cumplamos un papel más proactivo, como la levadura del mundo (Mt 13, 31-33). El académico y sacerdote francés Bernard Hurault lo comenta mejor:

«Jesús no se conforma con una “iglesia invisible”, o sea una fraternidad sentimental y comunión espiritual. Es necesario que los creyentes no se encierren en sus capillas, que no dediquen toda su atención a las actividades propias de su iglesia, sino que reserven buena parte de sus energías para actuar en el mundo junto con todos los demás hombres de buena voluntad, trabajando en todas las áreas de promoción humana. Para que seamos la levadura que hace levantar la masa, o sea que transforma la historia humana, el medio no es traerlos a todos a la iglesia, sino comunicar en la vida diaria y en las iniciativas comunitarias abiertas a todos, el espíritu que nos anima».

Finalmente, les dejo la frase con la cual Dennis Prager termina su vídeo: «Buenas sociedades pueden sobrevivir incluso teniendo personas que hacen cosas inmorales, pero una buena sociedad no puede subsistir si llama morales a cosas inmorales».



http://catholic-link.com/2016/01/25/por-que-aborto-no-puede-acto-moral-argumentos/





miércoles, 20 de enero de 2016

Síndrome post aborto



El síndrome post aborto, es una disfunción resultante de la experiencia traumática del aborto, porque esta sobrepasa los mecanismos de defensa normales de una persona.
Un conflicto creado por la oposición del rol materno y el papel que desempeña en la destrucción de la vida de su niño.
Una condición por medio de la cual se destruye el vínculo y deja la sensación de que les falta algo. Una negación de la pena y el luto que toda persona tiene que reconocer y expresar ante la muerte de un ser querido.
Un proceso que debilita física y emocionalmente, disminuyendo capacidades y funciones de la mujer y de todos los involucrados en el aborto, a nivel personal, familiar, laboral y social.
Sintomatología general: Negación de la pena y la aflicción por el niño abortado. Desajuste en las relaciones conyugales, familiares, laborales y sociales.
Pérdida del sentido de la vida: Desesperanza, depresión e intento de suicidio, abuso y maltrato a los niños.
Incapacidad de perdonarse a uno mismo o a otros: Rabia, dolor, remordimiento.
Alteración del sueño: Insomnio, hipersomnio y pesadillas que se repiten.
Desórdenes en el comer: Anorexia, bulimia Actitudes escapistas.
 Drogas, alcohol, promiscuidad.
Procesos degenerativos: Cuando el dolor no se supera, conduce a la DEPRESIÓN.
La depresión puede alterar el sistema inmunológico (lo que aumenta el riesgo de contraer infecciones incluso, podría dar inicio de procesos cancerígenos). También esta depresión podría llevar a una psicosis.