lunes, 21 de octubre de 2013

El embrión... ¿No es acaso humano?


Traigo hoy un post que quiere rendir homenaje a un gran filósofo y pensador, y, a la vez, para aprender de él a través de sus preguntas inquietantes y respuestas en una entrevista de Le Figaro, y que conocemos traducida del francés a través de “Religión en Libertad”.
Me he permitido resaltar en color rojo frases y detalles de un gran pragmatismo que bien podemos “comprárselas” e incorporarlas a nuestro personal argumentario en defensa de la vida humana, y de forma especial del embrión humano. Espero que disfrutéis. Para los valientes os dejo el enlace al original en Le Figaro.

viernes, 18 de octubre de 2013

¿Cabe defender un derecho a abortar mientras se abomina de la pena de muerte?


Hace unos días celebrábamos “el Día Mundial contra la pena de muerte”. Muchas referencias y declaraciones llenaban los medios, todas condenatorias de tamaña inhumanidad. En medio de todas aquellas, mi curiosidad se centra en averiguar cómo casarían “algunos progres” la coincidencia de criterios con la postura que desde siempre (más de dos milenios) ha mantenido la Iglesia Católica con su clásico “no matarás” sin sentirse acusados de ser abducidos por ella.
Una verdadera esquizofrenia ha debido afectar a algunos.
En tal sentido se comportaba la vicesecretaria del PSOE, Elena Valenciano, al sumase a la campaña internacional con motivo del Día de Acción Mundial por el acceso al aborto seguro y legal, que se celebró el 28 de septiembre. Defendiendo, a través de un vídeo que ha colgado en su cuenta de Facebook, que en su país "el aborto tiene que ser legal y seguro", porque las españolas han peleado mucho para poder decidir libremente sobre su maternidad y no aceptarán nunca más que decidan por ellas "ni los médicos, ni los curas, ni los jueces, ni los ministros".
Y tan solo pocos días después, en el Día Mundial contra la pena de muerte (11 de octubre), la misma Sra. Valenciano manifestaba que "La pena de muerte es una práctica aberrante, contraria a los derechos humanos, que deshumaniza al conjunto de la sociedad donde se aplica y que, por si fuera poco, es inútil a la hora de prevenir o reducir los delitos graves, o de proporcionar justicia a las víctimas", y que en este caso se la compro sin dudarlo.
Si aceptamos la primera de las manifestaciones abogando por el derecho a decidir (para matar – abortar) deberemos concluir que la segunda postura es un puro cinismo.
Algunos podríamos también “comprarle”, su segunda declaración tras un “ligero cambio” que no afecta a lo sustancial de lo que se denuncia (la muerte violenta de un ser humano). Parafraseándola podría quedar así:
"Abortar es una práctica aberrante, contraria a los derechos humanos, que deshumaniza al conjunto de la sociedad donde se aplica y que, por si fuera poco, es inútil a la hora de prevenir o reducir los riesgos graves, o de proporcionar justicia a las víctimas".
Ocurre que los defensores del aborto, para atenuar su componente de “pena” y ocultar su realidad de “muerte”, lo disfrazan con el sinsentido de un slogan, oscuro y mentiroso, como “el derecho a decidir”. Oscuro porque esconde su cara violenta y mortal, y mentiroso por defender que a la mujer le cabe decidir sobre ser, o no ser, madre después de serlo.

martes, 1 de octubre de 2013

Sin lugar a dudas... «Muerte, trauma y fracaso»


Leía ayer en diariodesevilla.es un artículo escrito por Carlos Colon que titulaba «Muerte, trauma y fracaso» y que recomiendo a mis lectores, aunque planteándoles a su consideración algunas, a mi juicio, importantes matizaciones
Ocurre que sostengo que tiene mucha razón cuando escribe que
... “MUCHOS no nos dolemos de que el aborto libre (sin causa terapéutica) sea considerado un derecho, sólo sujeto a determinados plazos racionalmente incomprensibles (¿qué más da matar el feto a los dos o a los cinco meses?), porque la Iglesia lo diga. Nos duele porque nuestra sensibilidad, nuestra conciencia y nuestra intuición nos lo dice. Y por nuestra repugnancia hacia cualquier forma en la que un ser humano mate a otro, ya se trate de no nacidos o de nacidos. Y, en estos últimos años, también porque la ciencia aporta argumentos cada vez más abrumadores sobre la singularidad genética del embrión y del feto.”
Y entre esos MUCHOS me cuento, me apunto. Pero desde esta adhesión a sus primeras manifestaciones sobre el dolor que nos aflige la consideración como derecho que viene dándose al aborto, quiero poner de manifiesto mi total discrepancia cuando afirma que solo le perturban   ...«los abortos practicados a una mujer sana, matando un embrión o un feto sano;...»,  aclarándonos que se refiere a los carentes de una causa terapéutica.
Y es que