miércoles, 8 de octubre de 2014

Desde el "desierto"...una fuente


Otro buen artículo recogido de las páginas de opinión de ForumLibertas.com, los tiempos de “desierto” resultan propicios para la reflexión, para poner en orden nuestras ideas, para beber de aquellos que nos ofrecen sus análisis y explicaciones respecto de lo que ocurre, para reponer el equilibrio de nuestros presupuestos mentales.
El de hoy es un gran y certero análisis de la situación actual.
Hurga en posibles razones que nos han traído hasta aquí, cuestiona y acusa. Un solo “pero” por mi parte, cuando dice:
« No es cuestión ahora de cabrearse con el PP y gritar: "no les votaré más" (un sabio refrán dice "never say never"....). Me parece preferible una batalla "dentro" del PP que una "contra" el PP. A menos de estar dispuestos, para castigar el PP, a favorecer un mínimo de 4 años de gobierno del socialista Sánchez (el Zapatero bis). [...] »
Yo soy de los que creo que si de resultas de “nuestra reacción” (la que sea), pasamos a padecer 4 o más años de más ingeniería socialista...   la carga de la culpa corresponde a quien traiciona y nunca al que se revuelve y reacciona contra ella─.
Os dejo ya con el trabajo de Giorgio Chevallard, y os dejo un enlace [AQUÍ] donde podéis enriqueceros con más artículos de  Giorgio. Los resaltados en rojo de texto son míos.
La traición de Rajoy… ¿una buena noticia?
El presidente del Gobierno cede y anula la reforma de la ley del aborto en España
Giorgio Chevallard 1       │ 06/10/2014
Seguimos siendo el único Estado que reconoce el aborto como derecho.
La fiesta de los abortistas escenifica la aberración de lo humano, el poder matar defendido como "libertad" (ya lo dijo Romano Guardini, hace 60 años...).
Está claro que el PP está al servicio de intereses que no son los nuestros, ni los del pueblo.   Rajoy ha mentido, ha engañado, ha traicionado su propio programa electoral, su política y la de su partido, su compromiso de gobierno...    El único que se salva es Gallardón, que por decencia dimite y se va de la política: y, con su gesto de irse como un señor, condena esta casta política y esta forma de entender la política.   Porque una de dos: o un partido político existe y trabaja para el bien de todos, para un proyecto social, o sólo busca el poder y es autorreferencial, sólo a su propio servicio: y su fin "esencial" es quedarse con el mayor poder posible.   Traicionar así a los electores, tragarse un compromiso explícito y escrito... ¡qué desfachatez!
Quien debería dimitir no es Gallardón, es el propio Rajoy si tuviera vergüenza.   Ha apelado a la sensatez y al consenso...   
¿Es 'sensato' matar inocentes para mantenerse en el poder?
¿Con qué "consenso" su gobierno ha dado decenas de miles de millones a los Bancos, permite los desahucios, ha aumentado todos los impuestos, ha recortado prestaciones sociales, sueldos y pensiones?
Es el típico valiente con los débiles y cobarde con los fuertes... Y, de paso, se ha mofado del Parlamento español (sede de la soberanía nacional....), que había votado hace pocos meses en escrutinio secreto contra la retirada de la reforma de la ley. [Por no hablar de su concepción de la legalidad y de la democracia, la incapacidad suya y de su partido de querer entender lo que pasa en Catalunya.... pero con esto nos meteremos otro día].
No es cuestión ahora de cabrearse con el PP y gritar: "no les votaré más" (un sabio refrán dice "never say never"....). Me parece preferible una batalla "dentro" del PP que una "contra" el PP. A menos de estar dispuestos, para castigar el PP, a favorecer un mínimo de 4 años de gobierno del socialista Sánchez (el Zapatero bis).   Pero es curioso ver que aún no se han dado dimisiones ni en su Gobierno (con ministros católicos), ni entre los diputados de su partido (excepto Gallardón).   Un espectáculo esperpéntico, tan parecido al de los "cristianos para el socialismo", que tragan ruedas de molino de cualquier dimensión para seguir proclamándose católicos y apoyar cualquier ley que les imponga el partido.
Está claro que la clase política está podrida y que difícilmente podrá renovarse (en España, como en Europa) si no es capaz de recuperar su fuente ideal, su relación con el hombre real y de aceptar mecanismos electorales que permitan la elección directa de los candidatos.
Quienes dentro de la Iglesia han defendido el PP como la mejor opción de voto para los católicos debería dar cuenta del porqué lo hicieron.
Cualquiera lo ve: Zapatero y Rajoy son verdaderos hermanos (en más de un sentido...), derecha e izquierda ya apenas se distinguen, estando todas al servicio de un poder oculto, transnacional, que manipula lo humano y decide la política mundial, camuflándose de democrática en algún lugar (por ejemplo en Italia ya llevamos tres primeros ministros que no han sido votados por el pueblo, alguno era exdirectivo FMI,   todos más o menos 'impuestos' por instancias supranacionales).   
Pio XI lo llamaba el "imperialismo internacional del dinero" ya en 1931 [Quadragenimo Anno];   y los varios lobbies son solo sus instrumentos políticos y culturales.   
Vale la pena releer El poder de los sin poder, donde Vaclav Havel denunciaba -ya en 1978- la sustancial identidad del totalitarismo soviético con los regímenes occidentales, aparentemente democráticos, pero sometidos a una tecnocracia que destruye lo humano, de forma más sutil y por esto más peligrosa. Porque este mundo occidental que siempre se auto-justifica exporta guerras a Kuwait, Irak, Libia, Siria, etc... en nombre de la "democracia" (casi siempre donde hay petróleo), pero tiende a quedarse en las buenas palabras si se trata de apoyar de verdad la libertad, como ahora el movimiento "Occupy Central" en Hong Kong, donde está sucediendo algo interesante.
Tampoco nosotros estamos libres de responsabilidad sobre lo que ha pasado:
¿Hemos amado la vida más que los otros la muerte?
¿Hemos luchado para las razones de la vida más que los otros por la libertad de matar y por su individualismo?
Es verdad que hay gente que se ha mojado y ha sido capaz de dar razones, de abrazar lo humano y de buscar la persona concreta para un debate real, no ideológico.
Porque nosotros no estamos contra nadie más que contra el mal, la mentira, la destrucción de lo humano.
Pero la mayoría del "mundo católico" no se ha movido; ni nosotros hemos hecho todo lo que hubiéramos podido.


1 El Presidente del Centro Cultural Charles Pèguy, de Barcelona

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