domingo, 24 de marzo de 2019

25 de Marzo, día Internacional de la VIDA


Mañana 25 de Marzo celebramos el  día internacional de la vida antes de nacer: Los derechos humanos y el derecho a la vida.

"Pareciera que el derecho a la vida es algo que se percibe, casi diríamos intuitivamente. Es muy sencillo: A menos que uno esté vivo, es imposible reclamar, demandar o reivindicar cualquier otro derecho; si dejamos de existir, no podemos hablar o exigir, abrazar a nuestros hijos o ayudar a los necesitados.

Por ello, el derecho a la vida –el derecho a no ser matado de manera arbitraria–, necesariamente es un prerrequisito de cualquier otro derecho. Ni la sociedad ni los tribunales podrán reconocer o respetar algo bajo el nombre de “derechos humanos” si no parten del reconocimiento y respeto del derecho humano más básico: El derecho a la vida.

Sin embargo, esto que pareciera ser algo tan sencillo, para el mundo de hoy no lo es. Son muchas las personas que apoyan los “derechos humanos” pero que, al mismo tiempo, se identifican como “pro choice”, lo cual necesariamente significa que apoyan el reconocimiento legal de un derecho al aborto, es decir, el derecho de algunos seres humanos a matar a otros sin ningún otro motivo más que su deseo de hacerlo.
Ésta es precisamente la definición de matar arbitrariamente. Mantener estas dos posiciones supone una obvia contradicción, ya que implica reconocer el derecho a la vida de todos los seres humanos, excepto la de aquellos que aún no han nacido.
Ahora bien ¿Cómo es posible que los seres humanos más pequeños e indefensos sean sometidos a la violencia legalizada, mientras que los más grandes y poderosos no lo sean, y de hecho, que legalmente no puedan serlo?

¿Cómo se explica esta contradicción? ¿Será que pesa, de alguna forma moralmente convincente, el hecho de que el Estado haya legalizado los ase¬sinatos, o que las madres los hayan autorizado? Esto bien podría responderse con otra pregunta: Con nuestra incansable oposición a la esclavitud, ¿Importaría que alguien eligiera ser esclavo? Creo que, todos acordaríamos en que no, no importaría.
Siempre y en todo lugar la esclavitud ha estado mal, porque reduce al ser humano a un bien convirtiéndolo en un objeto, y lo priva de la dignidad humana que le es inherente y de la cual nadie –ni siquiera él mismo– puede privarlo. En otras palabras, la esclavitud viola sus derechos humanos.

Lo mismo ocurre con la persona por nacer. El aborto está mal sin im¬portar si es “legal” o no, sin importar si la madre (o cualquier otra persona) lo autoriza o no; está mal porque reduce a la persona al estado de un objeto carente de toda protección jurídica.
Los derechos humanos son para todos los seres humanos o no lo son para ninguno; de lo contrario, resultarían meras construcciones legales arbitrarias, sujetas al capricho del más poderoso, que afectan a algunos pero no a todos."

Ser “pro vida” significa ser “pro derechos humanos”, y ser “pro derechos humanos” necesariamente implica ser “pro vida”.

Ricardo Padilla.

"Quienes defendemos la vida, desde su inicio a su fin natural, nunca vamos a perder la esperanza. Este es un día muy especial para dar las gracias a tantos, para renovar fuerzas, para invitar a toda la sociedad española a formar parte de la cultura de la vida".



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