viernes, 25 de julio de 2014

Sobre las violeteras de nuestro sufrido Jaén.


Hoy nos hemos desayunado con un manifiesto de una tal “Marea Violeta. Jaén” que publican en la página 2 del VivaJaén.
Les he intentado contestar en la web del periódico pero no existe la opción o no he sabido encontrarla.

Bien, lo más aséptico que se puede decir del manifiesto es que consta de 338 palabras que a su vez consumen 1803 caracteres. Después de esto, alguien puede decirme ¿cómo es posible despilfarrar tantos caracteres sin que se les cuele una sola verdad o idea sensata?
Veámoslo por partes.
Tratan de oponerse al anteproyecto de ley de protección de la vida del concebido y de los derechos de la mujer embarazada
¿Cómo se puede estar indignada y rechazar que se defienda la vida de un ser humano (el concebido), y que se reconozcan “derechos” a las embarazadas?
Nadie recorta derechos a la autonomía sexual de la mujer, ni a decidir cuando quiera ser madre; lo que se cuestiona es que alguien pretenda dejar de ser madre cobrándose la vida de un ser  del que ha dicho el Tribunal Constitucional que “...es un bien jurídico constitucional, protegido por el art.15 de la Constitución”.
Por lo demás, “...el fondo argumental  retrógrado, manipulador e ideológico...” y “...el sello ideológico del PP”, resultan solo un chorro de palabras huecas y atribuidas gratuitamente sin argumentario que las sustente.
Hasta aquí lo que manifiestan, luego siguen una serie de denuncias y afirmaciones que no consiguen explicarnos lo más importante, lo que todos desearíamos saber, para correr a apoyarlas. ¿Cómo pueden “desembarazarse” sin tener que decidir sobre la muerte del niño? Y no lo consiguen porque es imposible, y ningún derecho puede erigirse sobre la muerte de otro ser humano.
Las mentiras aunque mil veces se repitan, siempre mentiras se quedan. Termino invitando al lector a repasar el post del 12 de marzo que aunque por otro motivo se escribió, viene al pelo para terminar esta referencia a las violeteras. Aquí os dejo un fragmento para que “hagáis boca”
[...]
Siendo tan claro, que ese pretendido derecho no debiera ser tal, en razón de que “necesariamente (sine qua non) requiere la muerte violenta de otro ser humano”, tratar de encontrar argumentos donde poder apoyar ese pretendido derecho, solo lleva a “preguntas y más preguntas” sin respuestas razonables sobre la mesa.
¿Cuál es el soporte argumental para defender que “la salud” de alguien  está por encima de la “vida” de otro ?
¿Por qué una vida humana tiene más derecho a preservarse que otra vida humana?
¿Está equilibrada la balanza cuando contraponemos “riesgo de muerte”  frente a “muerte segura” ?
¿Qué plus de seguridad se le aporta al aborto al declararlo legal?  Para el niño desde luego solo la empeora, pero para la mujer no es distinta la suerte. Porque el aborto, aunque se ampare en la ley, sigue siendo una “actuación”  donde la mujer arriesga: salud física, salud psíquica e incluso la vida. Porque es mentira y gorda (aunque mil veces se repitiera)  que exista el “aborto seguro”.
[...]

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